Que es más deseable ser bonita o estar buena
El otro día que venía en el pesero, mmmmmm, eso suena muy mal y corriente, perdón, corrijo esta historia, si algo he aprendido como escritora es que los recursos literarios de los cuales posee un escritor son increíbles y todo es susceptible a mejora, así pues yo iba el otro día en el autobús. Aquel día venía regresando de un gran entrenamiento, una noche más específicamente apacible en la que todos veníamos algo somnolientos por el vaivén del autobús, chale, creo que ya me pase 5 rayitas de entusiasmo literario.
Ok, ok, ok, iba en el camión sentada con mucha flojera y deseando ya llegar a casa y justo en el momento en el que me iba a poner los audífonos una conversación capto mi atención, sí, lo admito, yo soy de esas personas que va atenta a las pláticas de los demás, para escuchar alguna historia fascinante que capte mi atención y me haga participar en ella, obvio, mentalmente para agregar comentarios mentales muy atinados a las tonterías que van diciendo las personas comunes y corrientes de la calle.
Sin embargo esa costumbre ya me la había quitado, bueno, los audífonos me hacen el paro y no tengo que escuchar estupideces de gente random, pero aquel día atrás de mi venían dos chicos platicando sobre las cosas más irrelevantes del mundo, no obstante eran muy interesantes.
Dos amigos que por lo que decían eran conocidos de la prepa que por extraños azares del destino se habían encontrado y se ponían al día platicando sobre todo y nada.
¿Qué haces?, ¿Cómo estás? Y pronto pasaron a las preguntas Premium de la plática, o mejor dicho los chismes sobre quien es quien, a quien se han encontrado, quien se casó, quien es exitoso, quien si logro terminar la carrera y trabaja en ello; ya saben las típicas preguntas y chismes que se pregunta uno cuando se encuentra con un viejo amigo, como si el pasado te saludara directo y te transportará a unos años atrás, pero ahora eres tú, con más confianza y seguridad por lo que ese temor a ser adolecente a desaparecido.
Así continuo la charla, hasta que llegaron a la chica buena, y no buena de carácter sino más bien este fue un calificativo personal a su apariencia física, oh si, la chica buena, no buenota o buenísima, sino la que estaba buena, la que capturo la atención de estos dos chicos y por supuesto mi imaginación, pensando en esa morena que esta “buena” o estaba, según se presumía en la conversación.
Estos dos chicos siguieron su irrelevante conversación de índole chismosa o informativa, pero yo me quede pensando y no en la mujer, sino en una idea, porque es tan importante socialmente hablando para hombres y mujeres, estar “buena”, por qué, acaso no se supone que lo que importa es el interior.
Entonces seguí pensando mucho en ese concepto, en esa idea, hasta que llegue a una pregunta ¿Que es más deseable ser bonita o estar buena?
Bien, entonces pude concluir que ser bonita indica es tener un bello rostro y un cuerpo estético, pero estar buenota es tener un cuerpo precioso, ahora que si tuvieras un cuerpo precioso y un bello rostro, ahí serías hermosa.
Pero porque nos pesa tanto a las mujeres querer ser hermosas en vez de simplemente ser.
Supongo que los estándares tan altos de lo que se considera hermoso nos pesas a todas, seas bonita, estés buena, seas normal o fea. Y eso no debería importarnos, sin embargo la buena siempre desea ser bonita y la bonita siempre quiere estar buena.
Supongo que será nuestra naturaleza humana que nunca estamos conforme con lo que somos, pero repito, deberíamos un día dejar de preocuparnos tanto por la belleza física y centrarnos un poco más en la belleza interior.