Eso que escondemos de los demás, esa parte de nuestra personalidad que controlamos no salga a flote, que mantenemos muy oculta y muy secreta de la mirada publica, con tanta vehemencia, que podríamos ser capaces de cualquier cosa, con tal de evitar que salga a la luz, que es aquello que ocultamos, ese secreto oscuro que no le decimos a nadie.
Y no, no estoy hablando de un crimen siniestro o algo así, no estoy hablando de ese tipo de secretos, onda El corazón delator, que seguramente hay en este mundo, gente con ese tipo de cosas abominables que esconde, pero fuera de esos monstruos modernos, los demás, también tenemos esos trapitos sucios, esas cosas que ocultamos de los demás, a lo mejor no son pecados, sino rasgos de nuestra personalidad que ponemos mucha energía en ocultar.
Hoy no estoy proponiendo, contemos nuestros más oscuros secretos, para que gane la persona con la anécdota más vergonzosa o el secreto más impactante, noooo, de eso no se trata esto, sino más bien de reflexionar en eso que ocultamos y lo que seríamos capaces de hacer, para que nadie lo supiera.
Me puse a pensar en esto, no por mis oscuros y terribles secretos, que sí, tengo un par, pero no lo hice por miedo a que salieran a la luz, sino más bien, porque mi hermano me dijo algo que me dejo pensando en este asunto:
“Tú siempre estás muy controlada, como si estuvieras ocultando algo de tu personalidad, algo que no quieres que nadie más vea”
Vaya que eso me dejo pensando, y alguien que me conoce tanto, podría tener esa impresión de mí, y ese recato, esa seriedad y ese control, tal vez no sean parte de mi personalidad, sino una estrategia mía, para evitar que las personas realmente me conozcan.
Es muy interesante en cómo nos ponemos a pensar, con estas observaciones, y nos hacen mirar a nuestras acciones, nuestros actos y nuestra personalidad de una forma diferente, no como una acción, sino como una reacción a algo, en este caso, algo que queremos ocultar.
Ahora, lo mío, deberá ser un viaje introspectivo para encontrar una respuesta a eso que quiero ocultar, y qué es, digo, a simple vista, no tendría una respuesta, digo, si lo hago a propósito, lo hice muy bien, realmente oculte algo de una forma magistral, tanto, que ahora ni yo, puedo saber qué es lo que está oculto.
Pero en esencia, así somos todos, y encontramos algo de nosotros que no nos gusta, que tal vez nos da miedo o nos aterroriza y lo ocultamos, no solo de los demás, sino de nosotros mismos.
Entonces, ¿somos personas fragmentadas y fraccionadas?, ¿acaso alguna vez podremos ser auténticos y reales?, o estaremos siempre condenados a encontrar una versión light de nosotros mismos, una que, si podamos presentar al mundo sin miedo a que nos juzgue, nos critique, y nos rechace.
¿Acaso podrá ser?