Que día tan bonito
Y yo metida en el gym, esa es una de las más crueles ironías de la vida; el hecho que voluntariamente nos metamos a espacios cerrados, para hacer actividades que en un tiempo eran al aire libre, pero ahora por cosas de seguridad, contaminación y diversos factores las hacemos encerrados, cuando el día está bellísimo. No me creen, echen una mirada por la ventana, para ver esos colores, tan intensos y tan azules que parecen salidos de un cuadro de Bob Ross, en el que un cielo feliz, mira desde arriba a arboles felices, mientras conductores felices pasan y ven a Yesica mirar todo ese espectáculo, una espectadora no tan feliz por estar fuera de ese cuadro; ese cuadro que ni Bob Ross hubiera hecho mejor y yo me lo estoy perdiendo.
dia bonitoSólo hace falta abrir bien los ojos, por supuesto correr las cortinas y mirar las bellezas que hay en la vida esperándonos; pero las ironías no acaban, uno se mete a edificios a hacer ejercicio, uno entra a internet a mirar paisajes de bonitos parques o bellos atardeceres, ponemos en nuestro escritorio de pantalla esa bella naturaleza que está a unos metros de nosotros, prendemos la tele a mirar en HD esos paisajes inolvidables, porque estamos encerrados, trabajando, estudiando, haciendo ejercicio y admirando el paisaje.
Recurrimos a lo irreal, cuando lo real está frente a nosotros.
Digo ustedes que prefieren, tener a Brad Pitt o Scarlett Johanssonen en la tele/computadora o tener a esa persona en carne y hueso, pregunta estúpido verdad, pues así mero debería ser cuando se trata de otras cosas, cuando se trata de apreciar esas cosas a las que hoy no les tomamos importancia.
De hecho esta fascinación mía por la vida, por las personas, por las cosas es como mal vista, como si yo fuera una alien, porque esas son cosas normales y yo embobada con ellas.
No les parece absurdo, ya ni siquiera miramos por la ventana para apreciar todo eso que es parte de no volverse loco. De verdad, sólo piensen en la gente que está encerrada o privada de la libertad, aquello que los vuelve locos es alejarse de esos pequeños detalles que hacen magnífica la vida. Y nosotros renunciamos voluntariamente a eso, cada que preferimos encerrarnos en nuestras actividades o incluso ver la pantalla de un celular, lo que sea, antes de entrar en contacto con esa naturaleza, esa belleza, ese bonito día que se va a ir sin chance a regresar, mientras todos lo dejan ir como si fuera nada, yo trato de aferrarme con uñas y dientes, además de nostalgia a este bonito día, que pronto dejará de existir.
Bien, tratando de vivir, nos olvidamos de vivir, digo, cuando el día es maravilloso por más que queramos disfrutarlo, si estamos trabajando o en la escuela, pues ni modo, no hay de otra; el problema es que ahora nos llenamos de actividades que evitan ese contacto. Creo que finalmente todos estamos en esta vida, luchando con el corazón por esos momentos que te dejan sin aliento, como una bonita tarde de julio, pero resulta que yo estoy en el gym, resulta que soy la única que le presta atención, resulta que soy la única sufriendo por disfrutar esa tarde de otra manera y no haciendo ejercicio para piernas.
Y no es que sea floja y busque cualquier excusa para no ejercitarme, pero entonces me acuerdo que venir al gym es sólo un medio para lograr una meta y no en si la meta o el destino de mi vida es pasar un año de mi vida en un gimnasio. Y así sucede con las demás cosas que hacemos, esas cosas que nos roban muchas horas, son parte del plan para lograr algo, NO EL OBJETIVO en sí mismo.
Bien, yo hubiera salido como loca a disfrutar el día, pero uno descubre que con la edad y la vejes, no sólo llega la madurez y sabiduría a tu vida, también llega la aguades y la fuerza de gravedad hace eco en cada parte de tu cuerpo y todo, poco y lentamente comienza a aguardarse o caer, ya no soy una jovenzuela que haciendo poco se mantenía en forma.
Sin embargo, yo por lo menos me detengo a respirar y contemplar esas maravillas, por lo menos yo si me detuve a pensar en ese bello paisaje.