Haber señores antes de seguir con esto les quiero decir que ninguna mujer necesita ser salvada, esperen, me parece injusto hablar por todas las mujeres del mundo seguro habrá quien sí quiera ser salvada y rescatada de torres en llamas, brujas malvadas o sueños profundos que la mantienen aletargada.

OK corrijo, señores no necesito ser salvada, yo no necesito que ningún brillante caballero en andadura armada venga a salvarme de líos, peligros o el aburrimiento.

Princesas de cuentos

Por dios, estamos en una era progresista en la cual hombres y mujeres somos igualmente capaces y podemos rescatarnos a nosotros mismos de riesgos inimaginables, saben, creo que sería más acertado decir que las frágiles damiselas de los cuentos de hadas han desaparecido y se han convertido en bellas y poderosas amazonas que rescatan a los “caballeros” de los tiempos modernos, sí nosotras los rescatamos de eventualidades cotidianas y los hoyos profundos de la mente en los que caen.

Saben detesto la idea de pensar que necesito ser rescatada, ODIO EL CONCEPTO me parece una aberración; hoy me desperté no sé porqué pensando en las princesas de los cuentos de Disney. Bellas e inútiles jóvenes que necesitaban que gallardos y juveniles hombres las rescataran de sueños profundos provocados por hechizos malignos en forma de manzanas y agujas, NO ENTIENDO como un beso de un tipejo X que solo tiene a su favor que esta buenísimo la salve con un miserable y patético beso, EN SERIO, en segundo lugar si la muy tarada princesa cayó en esa trampa tan verdaderamente simple se merece pasar la eternidad sumergida en un sueño.

A que terrible mente se le ocurrió venderle estas patrañas a las niñas, que se casan con está ridícula idea toda su vida, esperando al príncipe azul en su corcel blanco para rescatarlas de problemas modernos, que bien se pueden traducir en querer salirse de la casa de sus “ingratos” padres para tener un hombre bien fornido que las mantenga, les ponga casa, carro y comida.

No puedo pensar que en pleno siglo XXI este esquema de vida siga vigente, pero no solo es vigente, sino que es la aspiración ideal de todas las jovencitas, su príncipe azul. Por lo menos deberían conformarse con el Quijote que busca los mejores ideales de la humanidad, pero no, son quisquillosas y desean príncipes encantados. Me pregunto cuantas mujeres lograran cumplir este absurdo anhelo satisfactoriamente, cuantas mujeres realmente encontrarán al príncipe azul, caballeroso que les promete amor eterno, en vez de modernos ejecutivos que no las pelan para nada.

Otra cosa, nosotros solo fuimos testigos del beso de apertura a una mejor vida pero ¿realmente siguió una vida maravillosa? O es lo que queremos pensar y no la verdadera realidad que ella odia a sus hijos detesta su vida y solo mira la cartera del marido.
Lo que más me indigna de estas historias es que me quieran ver la cara y me digan que fue un beso de amor verdadero, ósea hello, como pueden afirmar que es un amor verdadero nacido del más profundo y noble sentimiento del alma, cuando los tortolitos tienen 5 minutos de conocer y 4:45 de esos minutos ella estaba dormida o moribunda, como pueden aseverar que es amor, ¿cómo?

Cada que alguien me dice que esto sucede de forma moderna, me hace reir su increíble ingenuidad, como pueden las personas creer eso del primer flechazo, siendo honestos sería una cuestión puramente de atracción física y afirmar que existe amor solo porque alguien te gusta exageradamente mucho, me parece neurótico y de adolescentes, en serio, el amor a primera vista no existe a lo que llamamos amor se le atribuyen características de constancia-tiempo no calentura-atracción.

Siguiendo con la idea original, quiero decirles que yo no necesito ser salvada bajo ningún concepto. No necesito de la ayuda protectora de nadie, no quiero sonar pretenciosa y decir que no necesito de nadie ya que al vivir en una sociedad está implícito la necesidad de convivencia y ayuda de los demás, eso sí lo acepto, la ayuda desinteresada de un buen samaritano que ayuda a esta pobre trivilina para sobrevivir; lo que no necesito es que un hombre fuerte y varonil me venga a rescatar de torres, saben aprendí que yo puedo salvarme sola, que puedo tomar las escaleras para bajar o si ando muy osada hacer rapel para escapar. Las mujeres no necesitamos esperar a que algún caballero venga a rescatarnos de la prisión de la mente o el dolor de la soledad. Es obvio que si me encuentro encerrada en una capsula de hielo impenetrable no es por causa de alguna bruja malvada, no al contrario, si vivo entre témpanos de hielo donde ni siquiera llega el sol es por elección propia.

Hacía tiempo yo pensaba que era una frágil princesa en un castillo esperando ser salvado por un príncipe azul, hasta que me di cuenta QUE NO EXISTEN, solo existen hombres que nunca llenan las expectativas, las increíblemente grandes e injustas expectativas que nos hemos creado. Así fue que me di cuenta que no necesito esperar a ningún chico de sangre azul para nada. Simplemente es cuestión de pelear, metafóricamente hablando, para salvarse a uno mismo, a decir verdad, no creo que ninguna persona venga a salvarme o a salvarte a ti, hombres y mujeres por su propio bien dejen los cuentos de hadas para un solo lugar la imaginación retorcida del congelado Walt Disney y sean realistas, no esperen que las cosas vengan a ustedes háganlas realidad con acciones y no pretendan ponerles etiquetas a las demás personas sea cual sea su género, porqué no existen las princesas y los príncipes mucho menos, solo somos tú, yo y los demás locos qué tratan de medio vivir en estos tiempos en los que todo a la vuelta de la esquina.