Mascotas

Preguntas estúpidas del mundo de las mascotas

Cuando tienes un perro y pasas mucho tiempo conviviendo con él, de esas veces que dejas de hablar con personas y solo hablas con tu perro, pues terminas preguntándote muchas estupideces, realizando todo tipo de conjeturas y suposiciones tan locas que cualquiera que te viera se preocuparía y mucho por tu salud mental.

Preguntas estúpidas del mundo de las mascotas

Cuando tienes un perro terminas desarrollando una especie de código y comunicación tan íntima que entiendes de tu perro cada mirada, cada grado de inclinación de su cabeza, cada ladrido, gruñido, gemido o movimiento de cola; tanto que terminas gritándole: ya, ya deja de pedirme papas, si te voy a dar pero déjame comer unas. Si alguien estuviera presente en la habitación te diría “pero el perro no hizo nada o emitió sonido alguno”, pero tú ya conoces al condenado y sabes que esos ojos grandotes esconden gritos de “dame, dame, dame, dame, dame, dame” aunque le hayas dado dos segundos antes, por lo que terminas dándole todo, aunque ahora que lo pienso es una excelente táctica para estar a dieta eso de comer junto al perro.

La relación con un perro es tan padre, tan personal y tan gratificante que no importa que termines babeado, que tu perro duerma en tu cara, que te trate mal, que te muerda cuando lo acaricias, que sea un malcriado y que toda tu ropa termine llena de pelos, nada de eso importa cuando piensas en el montón de satisfacciones, amor y cariño que este peludo te da todos los días; eso y que pocas personas te conocen como tu perro, un compañero tan fiel perro que sería capaz de seguirte por el mundo, sin siquiera pedírselo.

Es por ese amor tan incondicional, medio disfuncional y tan profundo que soy la loca de los perros, y por supuesto que cuando alguien me cae mal agarro a uno de mis perros y se lo aviento a la cara, mentira, eso es broma lógicamente.

Pero aun así me resulta muy gracioso analizar cuando una persona pasa mucho tiempo con su perro, solos en una isla desierta conocida como “mi depa” algo así como lo que pasa en la peli Naufrago y Wilson el balón es tu perro y tú eres Tom Hanks platicando todo harapiento, mugroso, maloliente con el perro mientras intentan sobrevivir y buscan en la alacena la última sopa maruchan para compartirla.

Y en esa tarde desolada en la que no hay nada en la tele, el internet esta lento, nadie quiere estar contigo, la única forma de entretenerte es hablar con el perro y preguntarle tantas cosas o más bien pedirle que te aclare tus dudas, para que de una vez te explique los grandes misterios caninos:

¿Por qué un perro si entiende a otro perro cuando este labra y cuando tú lo haces te mira con cara extrañada?, acaso lo estas insultado o solo piensa que eres retrasado.

  • ¿Por qué nunca carajos se quieren bañar?
  • ¿Por qué tienen una extraña adicción al chocolate y los dulces si son mortales para su raza?
  • Si tienen sus croquetas, ¿por qué siempre quieren comer mi comida?
  • ¿Qué hacen en casa cuando están solos?
  • ¿Qué tipo de pesadillas tienen?
  • ¿Si ven en blanco y negro?

Y todas estas irrelevantes preguntas se quedarán en el aire, hasta que un científico loco pueda construir una máquina que nos comunique con los perros o que la serie de Disney del perro bloguero nos devele estos grandes enigmas.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com