Filosofando

Preferencias

En un mundo lleno de opciones y de amplia variedad, nuestra mente y principalmente nuestro corazón tiene que elegir de entre una enorme gama de opciones, preferencias, la que más le guste y le satisfaga. Si crees que hablo en metáfora, mmmm, no para nada yo no hago eso, no soy tan profunda para hacer relaciones metafóricas entre palabras ó analogías de ese tipo.

Simplemente hablo de la trivialidad de seleccionar de entre muchas opciones artículos que necesitemos en ese momento. Ya saben un dilema ético moral como: Coca – Pepsi, Colgate – Crest, Oreo – Lord, Yellow – Gari.

Seguro muchos de ustedes pensaran “por Dios, ese dilema no existe como comparas Coca con Pepsi o viceversa” bueno, todo esto depende del uso y la experiencia de compra con las cosas. Pero si llegas en blanco a la tienda y ves 20 productos iguales con precio similar ¿Cuál escoges? O te llevas varios para probar cual funciona mejor, aunque termines con cinco que no necesitas y que son un bodrio infernal.

Porque nos hace esto la vida no es justo demasiados, problemas laborales, personales y mundiales y encima nos pone a escoger papel de baño esponjosito versus aloe vera ó un shampoo anti esponjado o el que tiene extra lisos.

Hombres ustedes también quéjense de cuando la mujer los manda a la despensa con un lista con artículos de uso y no le pone MARCA, apoco no se las ven negras ó aplican esa de ya me hartaron los niños que quieren que les compre todo lo que miran y entonces se bloquean y agarran lo primero que ven sin importar precio o características.
Hay que ser justo y una visita al supermercado no debería requerir más de 45 minutos, pero si uno se pone a leer y evaluar las opciones pasaría demasiadas horas en este lugar.

Y no son solo los hombres, también pasamos por este problema los “adultos jóvenes inmaduros” que todavía vivimos con nuestros padres y un buen día decidimos en buena onda ir por nuestra Madre a la tienda porque andábamos de pasada o nos ofrecimos estúpida e inocentemente, NO, ofrecerse a esto es el suicidio familiar POR FAVOR SÍ ESTAS LEYENDO ESTO no lo hagas permite que tu Mamá haga las compras y ahórrate un discurso de tu jefa sobre porque compraste todo mal y caro, la mirada reprochante de tu padre y las quejas de tu hermano porque no compraste el shampoo que le deje el pelo bien padre.

¿Por qué?
No entiendo, todos los productos tienen su equivalente en otro color, con las mismas características, mismo peso, etc, digo, es la ley de la oferta y la demanda cualquiera puede producir un producto o servicio que satisfaga una necesidad de consumo y de esta forma 20 empresas pueden fabricar 20 chicles que funcionan pá lo mismo “mascar” entonces de ahí viene nuestra experiencia de consumo y que tanto nos gusto el sabor, la presentación etc.

Porque si bien existen 20 tipos de chicles, no todos cumplen tus expectativas al 100%, bueno solo por eso, voy a ser condescendiente con la vida porque nos da opciones.
Sí voy a explicar un poco más, seguro habrá muchos a los que les encanten los dulces y mascar chicles como vacas rumiantes les ayuda a matar esas ansias y entre más dulces mejor, pero entonces vienen otros factores como la presentación, las calorías, precio, etc. Pero repito, después de probar 20 chicles ya sabemos cual nos gusta y ese vamos a comprar siempre, el inconveniente es la curva de aprendizaje y todos los problemas y mortificaciones que ocasiono esta selección.

Por lo pronto yo permito que mi Mamá disfrute de este placer y conoce bien los gustos de todos los habitantes de la casa.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com

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