Porque ya no veo tanta televisión como antes

Ah, como me acuerdo que una buena época de mi vida, lo único que solía hacer era ver televisión.

Sí, yo era de esas extrañas criaturas que afirmaba que ver televisión era hobbie, principalmente porque cada segundo de mi tiempo libre (y el ocupado también) yo me la pasaba viendo televisión.

Creo que, si hubiera sido niña con smartphone, datos y Netflix, me la hubiera pasado viendo la tele en la escuela. Ahora, no sé qué tanto hubiera pasado la primaria, pero vaya que hubiera sido entretenido y hubiera llenado de datos bobos e irrelevantes mi cabeza, que de por sí, ahora sin tele no hay mucha diferencia.

Pero me pregunto, ¿en qué momento deje de ver la televisión?

En verdad ahora que lo pienso y trato de analizar el tiempo qué ahora pasó viendo televisión es en verdad muy poco, y contrasta demasiado conque antes era mi mundo, era lo que yo hacía, era lo que decidía hacer en mi tiempo libre, era practicante la constante de mi vida y la cantidad de horas que pasaba viendo la televisión a la semana era inmensa.

Supongo que a todos nos ha pasado y de alguna manera, la televisión sigue siendo esa cosa que hacemos siempre, sin importar que sea en formato Netflix, ver videos en YouTube, estar en una plataforma on demand o viendo cosas descargadas en la computadora.

Ver contenidos audiovisuales, o tele pues, es algo que todos hacemos en la noche en la casa.

O eso hacíamos, porque en verdad ha cambiado el mundo y ahora con las redes sociales y otros nuevos y locos hobbies la televisión pasa mucho tiempo apagada.

Realmente a mí me sorprende como pase de ver más de 49 horas semanales de televisión a practicante cero.

Hay veces en la semana que no veo ni cinco minutos de televisión. Bueno, obvio si hay una serie que tengo que ver, un programa especial en HBO o un nuevo lanzamiento de Netflix, pues seguramente veré eso y seguro si es Netflix me hecho un maratón continuo; pero fuera de eso, ya no veo nada de televisión.

Me pregunto porque ya no veo tanta tele como antes

Me gustaría decir que la respuesta es porque uno madura, y desarrolla ciertos y refinados gustos intelectuales que tienen que ver con la lectura, el disfrute de otras expresiones artísticas como la danza, la pintura, la música o tal vez una gran afición a otro tipo de pasatiempos o inclusive hacer ejercicio; pero la verdad es que simplemente nos quedamos sin tiempo.

Esa es la razón por la cual dejamos de ver televisión, y aunque nos duela, la respuesta no es madurez o intelectualismo, simplemente es la falta de tiempo y que nuestras actividades profesionales o nuestras obligaciones nos evitan, nos alejan pues de la tele.

Aquellos años en los que me la pasaba viendo televisión se han ido, y ahora soy Yesica responsable y prácticamente desde que me levanto hasta como las 11 de la noche estoy pegada a otra pantalla, ya sea el celular o la computadora, escribiendo o interactuando con el mundo digital y cuando tengo tiempo libre, ya no es la tele lo que veo, sino que busco otras actividades diferentes.

Eso se me hace muy curioso y es como las nuevas generaciones han abandonado la televisión por completo para migrar a otras formas de perder el tiempo.

Creo que la generación de maduritos treintones podemos decir que antes el tiempo frente al televisor nos permitía saber a la perfección la programación, nos sabíamos los chismes de la tele y siempre podíamos dar spoilers y reseñas sobre series, novelas y comedias.
Ahora la televisión es un mundo desconocido para mí y sobre todo muchos jóvenes, o bueno, para los que pasamos el tiempo haciendo otras cosas.

Si la Yesica del pasado, la Yesica novelesca viera esta nueva versión responsable del futuro, siempre trabajando, escribiendo y usando el tiempo libre para ejercitarse, se sorprendería. Supongo que así nos pasa a todos y dejamos algo en el proceso.