¿Por qué somos infieles?

Uno de los preceptos sociales más arraigados a nosotros, es el de la monogamia, y desde tiempos antiguos hemos tenido la fuerte noción de que debemos comprometernos con la monogamia, con la idea de que solo tenemos un alma gemela, y solo existe una persona en este mundo, con la cual debemos compartir todo, desde nuestras emociones más fuertes hasta las complicidades más triviales del día.

Así es, tenemos muy metido en la cabeza que debemos comprometernos con alguien especial por el resto de los días, y si aún no existe esa persona con la cual ser fiel y dedicar todos nuestros pensamientos, emociones y pasiones, entonces hay que buscarla, para así ser fiel hasta el final de los tiempos, para tener a quien amar y estar juntos para siempre.

Ahora, que eso sea fácil es otro boleto, y si bien, este es un gran precepto, uno el cual sobre todo es romántico, no es tan fácil lograrlo; de hecho, en el mundo animal son muy pocas las especies que pueden ser monógamas, entre ellos pingüinos, cisnes, caballitos de mar, delfines, orcas, castores, lemures, nutrias, lobos grises, antílopes africanos, loros, lechuzas, albatros, guacamayas, buitres y hasta los chacales, pero no los humanos.

Simplemente está en nuestra naturaleza humana la infidelidad, y, si bien es distinta o tiene diferentes significados y connotaciones de acuerdo al género, nuestra naturaleza animal nos lleva a ser naturalmente infieles.

De ahí que actualmente se hayan aceptado muchas nuevas formas de amor, en las que la poligamia es la que marca el paso de las relaciones, y desde los mormones hasta los swingers o los poliamorosos, hay muchas personas que están demostrando que se puede tener nuevos formatos de relaciones abiertas, en las que el sexo se separa del amor.

Eso es lo que ha llevado a muchas parejas, sin importar edad, rango social o cultural a probar estas nuevas e idílicas formas de amar, en las que se deja de lado la monogamia para disfrutar del placer sin miedo.

Pero, sigue la pregunta en el aire, ¿Por qué somos infieles?, acaso esa idea que nos han vendido en las películas, los libros y la televisión de que el amor es de cierta manera, ¿no es CIERTA?

Bien, todo termina regresando a nuestra naturaleza polígama, esa que nos lleva a la infidelidad, en la cual mucho de esto tiene que ver con nuestra naturaleza humana, el placer, las hormonas, pero sobre todo el deseo.

Comencé diciendo que nos habían programado para ser monógamos de concepto, pero en la práctica, esta construcción social, es únicamente teórica, ya que somos entes meramente sexuales, ahora no quiero decir que todo el día estemos pensando en sexo, pero de cierta manera es así y esta es una de nuestras necesidades más básicas que no solo llena un espacio emocional, sino es una de las necesidades más importantes en el desarrollo de la vida.

Entonces llega la pregunta, si lo que se necesita es sexo, ¿por qué se necesita otra pareja?

Eso tiene que ver con nuestras emociones, percepciones y la rutina, por ello, cuando vemos o nos sentimos atraídos por otra persona nueva, que no es nuestra pareja actual, comenzamos a sentir un gran deseo y emoción que nos hace desear aquello que no podemos tener.

Si bien la pregunta porque somos infieles parece fácil de contestar, porque así somos, termina siendo una respuesta más compleja que nos hace pensar en muchos otros conceptos.

Finalmente, creo que lo más sano en las nuevas parejas modernas, es comprender el concepto fidelidad de una nueva manera para llegar a acuerdos en los que se permita poder tener encuentros ocasionales con otras personas que fortalezcan la relación de pareja. Pero, cada pareja será responsable de tener esta conversación para evitar infidelidades y traiciones.