Personas que te dejan de hablar, ¿por qué lo hacen?

Esta es una interrogante que tiene a muchas personas sin dormir, buscando una probable respuesta que les dé algo de cordura, tratando de analizar si hicieron algo mal, algo tan malo, como para que otra persona decidiera de buenas a primeras, romper los lazos que los unían.

Bien, me gustaría decir con certeza, como solía hacerlo antes, que la respuesta es simple, y que es, en pocas palabras, la culpa bipolar de la otra persona. Sin embargo, conforme pasan los años y conforme vivo más, me doy cuenta de que nada en esta vida es tajantemente blanco o negro, y aquellas conclusiones que eran más fáciles de aceptar, aquellas en las cuales la culpa era del otro, llega un punto en el que no es posible considerarlas.

¿Qué significa ese rollo?, bueno, que la verdad del porqué alguien te deja de hablar es una verdad mucho más compleja, en la cual la culpa es compartida y ambas personas, las dos, tienen una buena parte de la culpabilidad.

A veces, inclusive la omisión o dejar que una relación se enfríe, es algo compartido, y no se puede decir de forma terminante, que es la culpa del otro, porque, a decir verdad, es una relación de dos, sin importar el tipo de relación que sea (romántica, amistosa, familiar o hasta laboral), cuando alguien te deja de hablar, muy seguramente la culpa está en las acciones, palabras y hasta omisiones de ambos.

Pero, hay que entender que este proceso de conocer a personas, y que después se alejen, es parte normal de la vida cotidiana, y el dejarnos afligir por todas aquellas personas que llegan y se van, solo harán que vivamos un proceso doloroso de manera muy regular.

Hay que entender que las personas van a llegar e irse, y si, no queremos que se vayan, si queremos que sean parte de nuestra vida, debemos hacer cosas activamente para que eso suceda, sin embargo, habrá veces que incluso haciendo cosas activas para que las personas no se vayan, nadará podrá evitarlo y en vez de sufrir porque sucede, debemos aprender a adaptarnos a esta situación.

La cuestión no es, porque me deja de hablar alguien, sino, que voy a hacer cuando esto suceda, ya sea, recuperar esa amistad perdida o seguir con mi vida aprendiendo alguna lección.

Finalmente, hay que considerar que, si esta separación nos causa un dolor inusual o nos deja muy afligidos por muchos días, más allá del proceso de aceptación de una perdida, es porque seguramente estamos experimentando otras emociones que puedan estar trabadas causándonos depresión o inestabilidad.