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Pensar en modo nosotros

Pasar de ser independiente a pensar en modo nosotros, puede ser la cosa más difícil del mundo a la que tengas que enfrentarte.

Olvídate de aquellos mitos en los que pensabas que lo más difícil del mundo era madurar, encontrar un buen trabajo o ser feliz, naaaaaaaaaa, nada que ver, tampoco las visitas al dentista u otros dolores más mundanos se comparan con lo que puedes sufrir con ese cambio de mentalidad, en el que le dices a tu cerebro, a cada una de tus neuronas y todas tus células, que ya no eres tú, que has dejado de ser un solo individuo, para convertirte en parte de una relación, para convertirte en parte integral y vital del dúo dinámico, en donde dos tienen que ponerse de acuerdo, en donde dos cabezas tienen que opinar, decidir qué hacer juntos, pensando en lo mejor para ambos, sin imponer nunca, cediendo y compartiendo, para entender que ya no eres tú, ya no es él o ella, ahora se han convertido en una pangea humana llamada NOSOTROS.

Es terriblemente difícil pensar en modo nosotros, sobre todo porque nosotros no significa únicamente los dos que están involucrados en la relación y normalmente a esa ecuación se agrega toda la prole y amigos, compañeros de trabajo, el jefe y hasta el perico, no solo de tu pareja, sino también tu prole. Dos significan nosotros, y nosotros significan convenientemente mi familia, tu familia, nuestros amigos, tus amigos, mis amigos, ahora somos todos juntos pero no revueltos para hacer acto de presencia en todo tipo de eventos sociales, en los que la opinión de todos siempre termina influyendo, que no debería, porque de tus relaciones, de tus parejas, a la única persona que debe importarle o influirle es a ti; pero las relaciones no son de dos y por eso tienes que terminar cediendo no solo con tu pareja, sino con las personas que le rodean.

Supongo que eso hace difícil entrar en modo de pensamiento NOSOTROS, porque hay que ser ciertamente muy humilde, muy flexible, muy tolerante y muy comprensivo; que no siempre sucede claro está. Por ello, en una relación siempre hay alguien que se toma más en serio esa forma de pensar, normalmente es la persona que quiere más; por eso los tiempos de su pareja, sus necesidades, complacer a sus amigos y hasta el perico, es algo que se vuelve parte importante de la relación y no porque crea que cediendo a los amigos, eso logre algo, sino porque entiende que esas personas son importantes para su pareja. Obvio, está pensando en modo nosotros.

Pero tal vez estoy exagerando y esta forma de pensar no sea compleja y no sea tortuosa, digo, hay muchas parejas que viven felizmente en el estado “nosotros”, esa pangea uniforme en la que no sabes dónde empieza una persona y donde termina la otra; estoy segura que hay personas que nacieronen el modo de pensamiento “nosotros activado”, personas que han pasado mucho tiempo una relación, así que terminan una y comienzan con otra, no les cuesta nada de trabajo.

Sin embargo, para las personas que son independientes, personas que llevan mucho tiempo solteras, sin algún compromiso serio; pensar en modo nosotros puede ser aterrador, pasar de la individualidad extrema a una decisión comunitaria, puede ser algo drástico y totalitario, sobre todo cuando se ve lo que se pierde y no lo que se está ganando. Suena raro, pero para alguien libre, independiente, alguien que ya tiene rato soltero, es totalitario el simple hecho de pensar, que las decisiones son de dos, cuando siempre ha sido uno.

Bien, entonces pensarás que esas personas que no quieren pensar en modo nosotros, pues que no tengan relaciones serias, que sigan como han estado, libres, sin compromiso y felizmente decidiendo que hacer y que no cuando les plazca; mmmmmm, pero veras, llega un momento de la vida en el que cada persona, sin importar lo independiente que sea, le llega el momento en el que quiere pensar en modo nosotros, en el que eso que tanto le aterro un tiempo, de forma espantosa, ahora se convierte en algo que asusta también, y le pone nervioso/a pero en un buen sentido.

Pensar en modo nosotros significa perder, pero también ganar, a veces incluso aunque parezca que pierdes, has ganado mucho, cosas intangibles que puedes perder por pensar en modo YO todo el tiempo.

Así que seguro si estás leyendo esta entrada, tú, tú eres como yo y has descubierto que muchos años estando solo, libre, cumpliendo tus caprichos y dando cuentas de tus actos, únicamente a ti, el pensar en modo nosotros es complicado y que tal vez no valga la pena. Digo, quien en su sano juicio puede pasar de hacer planes locos y divertidos cuando le place, para hacer lo quiere, disfrutará la transición de pasar de eso a pensar ¿Qué quieres hacer?, ¿Qué vamos a hacer?, ¿Cuándo nos vemos?

Esa transición es difícil y no todos la logran con éxito, supongo que entrar o no entrar en ese formato de pensamiento, es la clave, o ahí radica la clave para tener una relación “hermosa/funcional”, que eso es como el santo grial de las relaciones; pero hay parejas que logran compenetrarse de muchas maneras y entender esa forma de pensar.

Pero hay muchos que no podemos, y de hecho nos asusta pensar que pueda pasarnos, ah pero claro, nosotros mismos, solteros perpetuos y empedernidos, algunos como yo, entramos en la categoría de “soltero/a más codiciado/a” por aquello de la exclusividad y selectividad con la que escogemos a quien amar, a veces de forma ilógica y otras racional.

Los que nos quedamos solteros, algunos, obvio, no todos, pasamos de ser forever alone, a la persona más codiciada para formar una relación, pero ciertamente esa máxima independencia que nos ha caracterizado, puede ser que nos haga material poco deseable para una relación.
Ser muy independiente significa tener muchos espacios de tiempo personal, significa hacer cosas para ti, significa pensar únicamente en ti, en tus necesidades y como satisfacerlas. No es que uno se haga egoísta a propósito, pero con el tiempo aprendes a sobrevivir, o a vivir, así, solo, pensando únicamente en función de ti, pensando en modo YO.

Cambiar del yo a nosotros puede ser toda una trayectoria, en la que muchos se pierden. Afortunadamente en este momento, no tengo este dilema, pero me estaba acordando de forma muy vivida el día de ayer, en esa forma de pensamiento que me plantearon hace algunos meses atrás y como por primera vez en muchos años, alguien me corrigió y me dejo claro que ya no era yo, éramos nosotros, ese cambio de switch fue raro, pero en ese momento me pareció refrescante, el hecho de saber que ya no era yo, que ya no me mandaba yo, que tenía que pensar en modo nosotros, eso me hizo algo feliz.

Claro, supongo que nunca pude poner a mi cerebro en modo nosotros, porque eso no funciono, pero ni tantito, mi extrema independencia, mi forma de ser, algo de orgullo y que siempre pienso primero en mí, hizo que definitivamente nunca pudiera pensar en modo nosotros, pero vaya que lo intente.

Supongo que en esto la clave es cuestión de práctica y encontrarte a alguien que igualmente piense en ti, pero de forma “nosotros”, y no solo seas tú, sino sean dos.

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