Tecnología

Patines eléctricos: cómo se han masificado y que dice la ley al respecto

De juguete para las élites a un necesario Vehículo de Movilidad Personal (VMP), esa ha sido la evolución de los patines eléctricos que desde inicio de año y con el desarrollo de la pandemia del COVID-19, se ha convertido en la modalidad de transporte con mayor evolución en los últimos años.

Solo en España, entre enero del 2019 y enero del 2020, las ventas de esta unidad se multiplicaron en más de 1.000%. Una demanda que seguirá creciendo para cierto grupo de usuarios que prefiere evitar el riesgo de contagio de COVID-19 en los medios tradicionales de desplazamiento.

Debido a esta demanda, el Instituto Nacional de Estadística (INE) de ese país estima que existen en circulación más de 650 mil patinetes eléctricos, de acuerdo a la Encuesta Continua de Hogares. El estudio señala que el 6,7% de los hogares españoles tiene al menos uno de los equipos.

Rápidos, ecológicos y sobre todo seguros para evitar el contagio al momento de transportarse, los jóvenes trabajadores son los principales usuarios de este nuevo sistema. En otros países, como Francia, se calcula que el parque vehicular supera los 232.000 dispositivos en las calles.

“Los patines eléctricos son un medio de transporte barato y ecológico, sin embargo, antes de animarse por uno necesitas meditar tus necesidades tales como la distancia que debes recorrer antes de ir al trabajo y el tiempo. Algunos modelos alcanzan los 20 km/hora, pero se afecta la autonomía de desplazamiento hasta los 15 km de distancia, según el tipo de batería. Los modelos más costosos permiten incluso una autonomía de 45 km con la primera carga”, sostiene Guillermo Neira, especialista del portal digital SinCable.

A juicio del conocedor, la tendencia de compra se mantendrá por mucho más tiempo dado el miedo de la población a elegir un modo de viaje que pueda ser foco de contagio del coronavirus.

Normativa especial

Ha sido tanto el impacto de la masificación del dispositivo que ha sido necesario crear una legislación particular para regular su desplazamiento por la ciudad y fijar límites.

En España, la Dirección General de Tráfico (DGT) estableció una categoría especial y pautas generales como una velocidad máxima de 25 km/h. Para su desplazamiento en la vía pública, el conductor debe obtener un certificado de circulación además que también se le ha prohibido el paso por las aceras, túneles, vías interurbanas y autopistas.

En otras latitudes como Francia, los menores de 8 años no pueden usarlos, mientras que hasta los 12 años es obligatorio el uso de casco. Al igual que con otros medios de transporte, no se puede maniobrar el dispositivo escuchando música ya que limita la capacidad de respuesta.

En Alemania, la edad mínima es de 14 años, solo pueden viajar a un máximo de 20 km/h y a través de los carriles especiales para ciclistas. En todos los casos, fue necesario implementar normativas especiales dado que la proliferación del VMP había causado que se viva una ley de la selva con un creciente número de accidentes.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com