Pasión por la vida
Es temprano por la mañana todavía no sale el sol por el horizonte, camino rápido a paso veloz sintiendo la brisa fría, miro a mí alrededor y todos van de prisa ensimismados en sus pensamientos, a la escuela, al trabajo que se yo.
Me llaman la atención las rígidas y rutinarias pisadas que oigo a mí alrededor regresándome de mis profundos pensamientos para darme cuenta que la vida sigue y sigue sin detenerse un minuto.
¿Cuando dejaremos de ser autómatas, para ser personas que piensan y sienten?, cuando dejamos de sentir Pasión por la vida
Mientras recorro el rumbo me hago consiente de los aromas, de los ruidos y de las personas. Me hacen sentir la sangre caliente recorrer mis venas para darme cuenta que estoy viva.
Poco a poco los comercios de la calle abren sus puertas y levantan sus cortinas de hierro, el olor de pavimento mojado me hace girar la cabeza a la esquina, en el puesto de tamales calientes. Es extraño como los tamales calientes y un buen champurrado de chocolate pueden hacer en tu memoria.
Y sin darme cuenta cada persona que pasa a mi lado, tiene una historia asombrosa que contar.
La pasión por la vida es algo que se siente, son esas ganas de seguir adelante, sin importar que pase
Creo que voy a sonar arrogante al decir esto, pero que más da, es lo que siento. Y es que no creo que exista alguien más en el mundo, con la misma pasión por vivir, sentir, reír, experimentar y gozar.
Soy una admiradora natural de la vida, que pacientemente la observa y la sigue muy de cerca.
Disfruto y gozo cada momento que me espera. Deleitándome con sus ironías y con sus placeres. Sin preocuparme, agobiarme por el mañana, sin atormentarme con el pasado. Yo solo disfruto este día de hoy.