Filosofando

Olvidarte de alguien es la peor ofensa que puedas hacerle

Ya lo dijo Miguel de Unamuno en uno de mis libros favoritos, Niebla, el olvido involuntario es la peor cosa que se puede hacer en el mundo.

––Y es, sin embargo, cosa muy clara. Una vez entré en una reunión y uno que allí había y me conocía ni me saludó siquiera. Al salir me quejé de ello a un amigo y este me dijo: «No le extrañe a usted, no lo ha hecho aposta; es que no se ha percatado siquiera de la presencia de usted.»

Y le contesté: «Pues ahí está la grosería mayor; no en que no me haya saludado, sino en que no se haya dado cuenta de mi presencia.»

«Eso es en el involuntario; es un distraído…», me replicó. Y yo a mi vez: «Las mayores groserías son las llamadas involuntarias, y la grosería de las groserías distraerse delante de personas.

Es, señora, como eso que llaman neciamente olvidos involuntarios, como si cupiese olvidarse voluntariamente de algo. El olvido involuntario suele ser una grosería.»

Ah, creo que nadie pudo explicar mejor que Unamuno, la ofensa que provoca el olvido, y el cómo siempre olvidamos de forma involuntaria lo que no importa. Ahí radica la esencia del insulto, la gravedad de la situación, el hecho que solo olvidamos, aunque sea involuntariamente, aquello que no importa, que no trasciende, en pocas palabras solemos olvidar lo que no nos importa.

Ese es el verdadero insulto hacia una persona, te olvidé porque no me importas.

Aunque bueno, si vamos a disertar sobre lo que olvidamos, habría que ser justos y decir, que hay cosas que importan que también olvidamos de forma deliberada.

Involuntario o no, el olvido duele, cala en lo profundo de los huesos, nos hace sentir intrascendentes, poco importantes y algo que es capaz de ser olvidado, y eso afecta, porque todos queremos y buscamos la forma de trascender y dejar huella en las otras personas.

Por ello olvidarnos de alguien es una de las mayores groserías que se le puede hacer a una persona en este mundo.

A todos nos ha pasado que de repente recibimos un mail, un mensaje en Whats o un chat en Facebook que nos dice “Hola, ¿te acuerdas de mí?”, solo recuerda las veces que dijiste “no tengo la menor idea” y el efecto que causo; solo imagina en el caso contrario, ¿qué sentirías si una persona te olvidará?

Supongo que afecta más en el ego, cuando crees que dejaste una impresión perdurable en la otra persona, aunque, también afecta el hecho de que las personas te olviden de una forma simple, sin batallar intentando olvidarte.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com