Odió ver películas en televisión abierta

Lo sé, ya me voy a empezar a quejar; caramba venía tan bien la semana, una llena de positivismo y buena vibra, pero a mí me gusta quejarme, soy quejumbrosa y mi blog es una suma de quejas contra todo lo malo de esta vida. Pero que conste, no me quejo de personas, me quejo de ideas o comportamientos; que se diga lo que quiera de mí, pero nunca seré una de esas personas que habla de otras personas, no, yo soy más compleja sin importar que hoy me vaya a quejar de la televisión abierta.

Ver televisión como todos, esta del nabo, y no es que ande presumiendo que soy burguesa y mis millones porque yo si tengo cable. Por principio el cable ya es muy barato, no estoy presumiendo que tengo televisión satelital, aunque por otro lado hay algo muy preocupante y es que en mi casa no se vive sin televisión; que ahora esa necesidad ha evolucionado a contenidos on demand y no solo es el cable y ahora se suma a esta experiencia netflix para ver las películas que yo quiero en el momento que se me dé la gana.

Oh, adoro los contenidos on demand. Esa capacidad para decidir qué película tengo ganas de ver o que capitulo grabado de mis series favoritas puedo ver, es maravilloso, por lo que le hace la competencia directa a eso de ver televisión en la computadora; llámenme loca pero prefiero estar acostada en mi cuarto viendo la televisión a sentada frente a mi escritorio.

No sé qué loco invento ese concepto de que puedas ver lo que quieras cuando quieras, pero GRACIAS porque antes de eso tenías que chutarte la programación regular de la televisión abierta y si eras burguesamente afortunado tenías un sistema de televisión de paga.

Ahora, no es que este diciendo que tener clabe sea la mayor bendición de la vida, noooooooooo, tienes según tu contrato mil canales, SÍ, LITERAL TIENES MIL OPCIONES PARA VER LA TELE y nunca, nunca, nunca, nunca, hay nada que ver o están pasando algo repetido; así con ganas de apagar la televisión e irte a leer un libro, pero entonces eres presa del zaping y te quedas idiotizado cambiándole a la tele, hasta que te encuentras dos programas y entre anuncios saltas de una cosa a otra, eso es ser multitask, ah y obvio terminas perdiéndote partes clave de la serie, pero entonces llego cable, que te permite grabar el programa y mientras se reproduce te vas a la cocina a comer algo o incluso vas al baño y cuando regresas ese cómodo retraso de 15 minutos te permite ver la serie sin comerciales.

Rayos, yo estaba hablando de que odio ver la tele abierta y termine hablando de los beneficios de la televisión de paga, llámese cable, sky o lo que quieras.

La idea viene así, cuando comparas la televisión de paga con la porquería de contenidos que ves en televisión abierta, solo puedes decir que ya nunca más verás nada de esos canales, ninguno, excepto los del canal once, pero de ahí en fuera son contenidos diseñados como para tarados, sin ofender. Pero hay otra cosa que me parece más molesta y es el consumismo que en este tipo de tele prolifera.

Verán ustedes, para que un canal funcione, sea rentable y le pague a todos en la infraestructura necesita dinero, dinero que se saca de los anuncios que pasan durante el programa; lo que es una verdadera chingadera es que en televisión nacional o abierta extiendan una película de una hora cuarenta minutos a tres horas, básicamente están haciendo que se duplique el tiempo y te obligan a ver una hora y media de anuncios, eso es una mierda.

La relación de series es que por 40 minutos de programa te ponen 20 de anuncios o el formato corto de series de 20 minutos con 10 de anuncios, pero en las jodidas películas te hacen ver 1 hora y 30 minutos de comerciales, eso es una jalada. Según mis sumas te deberían poner 30 minutos de comerciales, estratégicamente acomodados.

Ya dijeras es publicidad graciosa, ocurrente, creativa y diferente, dices bueno, pero es el mismo pinche comercial pendejo para las hemorroides, NO MAMES, lo repiten una y otra y otra vez hasta que te hartes y nunca más vuelvas a ver una peli en los canales nacionales.