Porque nos gustan tanto los chismes
Está en nuestra naturaleza humana, y muy metido en nuestro ADN están las instrucciones genéticas que nos inclinan al chisme, y hace que nos encante de una manera morbosa enterarnos de las cosas que le suceden a los demás.
Y puede ser que seas la persona más tranquila, menos entrometida y reservada, pero cuando alguien te dice “te tengo un chisme”, inmediatamente te transformas con esa palabra, te pones cómodo y en posición chisme para enterarte con santo y seña de la candente información.
No lo niegues, también consumes el chisme en cualquier formato, ya sean la revista de tvchismes mientras te formas para pagar en el súper, cuando un amigo por whatsapp tiene todas las novedades de lo que sucedió en una reunión o cuando alguien se entera del chisme más candente de la temporada.
No importa lo que sea, tú prestas atención al principio poniendo resistencia para enterarte de la información, pero entre más te entra la curiosidad de que es lo que paso, de que es lo que sabe la otra persona, entre más piensas en el chisme, más te urge que te lo cuente.
Esta información que en un principio parecía irrelevante, de pronto se convierte en la cosa que quieres saber, se despierta tu curiosidad y sin importar que sea irrelevante y no te afecte de ninguna manera, el hecho es que quieres saber que paso con Fulanito y su novia, solo porque el chisme tiene un efecto seductor en nosotros.
Lo más interesante de los chismes, es que surgen muchas opiniones, teorías, conclusiones, objeciones, etc, pero, al ser un chisme, simplemente no puedes participar, solo puedes enterarte y poner cara de OMG y lo peor es que te dicen que no puedes decir nada.
Supongo que ahí radica nuestro gusto por seguir los dilemas de los demás en formato chisme, porque nos gusta enterarnos de la información, eso, de alguna manera nos hace sentir en poder y control, y el saber algo que los demás no saben o conocer los trapitos sucios de alguien, nos hace sentirnos importantes y descubrir que las demás personas son imperfectas, más que uno mismo.