Cosas que evitan que puedas dormir
Sabías que hay cosas que evitan que puedas dormir y que te hacen dar vueltas en la cama como si fueras un pollo asado. Así que ponte cómodo, toma tu taza de té de tila y prepárate para reírte un rato con nuestras desventuras nocturnas.
El estrés, ese amigo molesto que siempre viene a visitarnos en los momentos menos oportunos. Ya sea por el trabajo, los estudios o simplemente por la vida en general, el estrés puede ser un gran impedimento para conciliar el sueño. Y es que, ¿cómo se supone que podemos dormir tranquilamente cuando nuestra mente está dando vueltas como una lavadora en modo centrifugado?
Otro enemigo del sueño es la tecnología. Sí, esa maravillosa invención que nos mantiene conectados con el mundo las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Ya sea por estar enganchados al móvil viendo memes en Instagram o por maratonear esa serie que nos tiene enganchados, la tecnología puede ser una gran distracción a la hora de irse a dormir. Y no nos engañemos, ¿quién no ha pasado horas y horas viendo vídeos de gatitos en YouTube en lugar de cerrar los ojos y descansar?
La comida también puede ser un factor importante a la hora de evitar que puedas dormir. Ya sea por comer en exceso, por cenar tarde o por consumir alimentos pesados antes de acostarte, tu estómago puede convertirse en tu peor enemigo a la hora de conciliar el sueño. Y es que no hay nada peor que estar tumbado en la cama con la sensación de que tienes un ladrillo en el estómago.
El ruido, ese molesto compañero de piso que siempre decide hacer una fiesta justo cuando estás a punto de quedarte dormido. Ya sea por los vecinos, por el tráfico de la calle o por tu pareja roncando como un oso en pleno invierno, el ruido puede ser un gran obstáculo a la hora de descansar correctamente. Y es que no hay nada peor que intentar dormir con una sinfonía de bocinas y sirenas de fondo.
Por último, pero no menos importante, está la temperatura. Sí, ese factor que puede convertir tu cama en un horno o en un iglú en cuestión de minutos. Ya sea por el calor sofocante del verano o por el frío polar del invierno, la temperatura de tu habitación puede ser determinante a la hora de conciliar el sueño. Y es que no hay nada peor que estar sudando como un pollo en el horno o tiritando como un pingüino en el Ártico mientras intentas dormir.
yo pensasba que los pertos daban bvuelta para revisar que estubieran a salvo,aaaa buen punto ese,y yo casi hago lo mismo antes de dormir,checo 9gag o solo miro el techo jajaaj
jajajajajaja