No me tocaba
¿Cuántas veces has tenido un día donde todo lo que tocas se convierte en un verdadero “valió chetos”? Tal vez saliste de casa con ganas de conquistar el mundo y, en lugar de eso, terminaste en la fila de la tienda, esperando que la cajera encuentre el código de una promoción que caducó en 2016. Es en esos momentos cruciales donde resuena en nuestra mente el famoso mantra: “No me tocaba”. ¡Ah, el poder curativo de esta frase!
¿Qué Significa “No me tocaba”?
Imagina que ese café que tanto anhelabas derrapó de tu taza como si tuviera vida propia. En lugar de dejar que la rabia te consuma, dices: “No me tocaba”. Este mantra es como el escudo de un guerrero que enfrenta la vida con una risa cómplice a lo absurdo. Es la forma que hemos encontrado para lidiar con las pequeñas desgracias que nos pasan, como esos días en que ni el destino ni la suerte están de nuestro lado.
Aplicaciones del Mantra
El mantra “No me tocaba” tiene versatilidad. Veamos algunas situaciones donde realmente hace magia:
- El Amor y sus Enredos: Esa vez que le echaste el ojo a esa persona, y justo antes de acercarte, se fue a bailar con alguien más. En lugar de llorar en la esquina, solo sueltas un “No me tocaba” y continúas con tu vida. Quién necesita drama cuando puedes ser la estrella de tu propia película romántica… aunque sea de comedia.
- Los Proyectos que No Cuajan: Te emociona una idea, es brillante, y de repente, la realidad se convierte en tu peor enemigo. Si una reunión o un proyecto fracasa estrepitosamente, recuérdate a ti mismo: “No me tocaba”. Al final, hay un montón de barcos en el mar, y tal vez tu próximo proyecto será el que de verdad navegue.
- La Comida que Se Quema: ¿¡Quién no ha tenido esa experiencia!? Te descuidas un segundo y, ¡puf!, se va el almuerzo de tus sueños. Más vale reírte y repetir: “No me tocaba”. A veces, el universo quiere que pruebes algo más… digamos, como el hambre.
El Poder del Mantra en la Vida Diaria
Este mantra es un pequeño recordatorio de que, a veces, lo que no nos toca tiene su razón de ser. Quizás el café derramado es solo el universo diciéndote que debes tomarte un té, o que ese amor no correspondido es una oportunidad para amar a alguien mejor. Al final del día, cada decepción trae consigo una lección.
Ríete en el Camino
Ahora, cada vez que algo sale mal, date una pausa, respira y repite en voz alta (o en silencio, si estás en público): “No me tocaba”. Luego ríete de la situación, porque la risa es el mejor remedio y, además, ¡le hace un favor a tu alma! Cuanto más practiques este mantra, más ligero te sentirás llevando la mochila de la vida. La vida es demasiado corta para estar arrugado por un error o una pérdida.
Así que, la próxima vez que sientas que el destino te jugó una mala pasada, sólo sonríe y recuerda que, al final de cuentas, si no fue para ti, tal vez algo más grandioso esté en camino. O simplemente, quizás el universo solo quiere que tu café nunca llegue a derramarse en la alfombra de tu casa. ¡Celebra la vida, porque eso es lo que vale!