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Cuando te ponen tag en una foto y ni sales

¿A quién no le ha pasado esa incomodidad a la hora de navegar por las redes sociales? Estás desplazándote por tu feed, disfrutando de los memes y las fotos de tus amigos, cuando de repente, ¡bam! Te encuentras con un tag en una foto en la que ni siquiera apareces. Es como una mezcla de confusión y risa que ni siquiera una serie de comedia podría captar. Vamos a adentrarnos en este fenómeno social que ha llegado a convertirse en el “nuevo normal”.

Sorpresa, sorpresa

Primero, veamos cómo se siente el momento justo antes de hacer clic en esa foto. Aquel instante en que tus amigos te taggean con la ilusión de que serás parte del recuerdo. Te acercas a esa foto y esperas ver tu mejor ángulo, pero todo lo que encuentras es un fondo de flores, un perro hiperactivo o lo que parece ser un plato de pasta. Y tú, en algún lugar del inframundo del etiquetado, te preguntas: “¿Por qué, oh, por qué me etiquetan en algo de lo que ni siquiera soy parte?”

El arte del “no salí”

Vamos a ser sinceros, no hay nada más digno de un drama digno de la telenovela que un mal tag. Ya sea porque estabas justo detrás del fotógrafo, decidiste ser el ninja del evento y desaparecer en la sombra o simplemente porque esos 15 segundos de fama se volvieron 15 años de olvido. La cuestión es: ¿por qué mis amigos no tienen un testigo ocular de mi increíble ser en lugar de un plato de brócoli sobre una mesa?

Conversaciones del más allá

Una vez que tus amigos comienzan a comentar sobre la foto, ya sabes lo que viene. “Mira esa foto épica del grupo. ¡Fue un gran momento!” y tú por dentro: “Claro, pero me alegra que no recuerden que estaba al lado de la pizza y no de ellos”.

Y no olvidemos a los amigos que intentan hacerte sentir mejor. “Ehhh, pero esos son tus pies en la esquina”. Gracias por la ilusión, pero la próxima vez, en vez de un tag, me pueden enviar un sticker de ánimo; mejor aún, ¡un meme!

El efecto “No me taggéen”

Una vez que el tag está en el aire, no hay vuelta atrás, y de repente te conviertes en un experto en el arte de la evasión. Empiezas a descartar amistades como si estuvieras en un juego de “quién es el impostor”. “¿Estabas en esa fiesta? No, rechazaste la invitación” o “¿Acuérdate de cuando prometiste que solo serían fotos de grupo?” Los tags son como esas pequeñas trampas que tus amigos dejan para ti. ¡Viralidad obligatoria!

Las historias de los tags

Al final del día, esos tags en los que no sales podrían ser la base de una exploración profunda sobre las amistades y las expectativas. O simplemente podrían ser el inicio de una buena serie de anécdotas graciosas. Recuerda que esas historias de “yo no salí” pueden hacer que tus amigos sonrían en futuras reuniones y te convierten en el rey o la reina de la risa en la próxima fiesta.

Pero al final, lo que realmente importa es recordar que, aunque un tag en una foto puede no capturar tu esencia, sí conecta a las personas. Así que cuando recibas ese notificación de nuevo, solo ríe y piensa: “Vale, esta es la vida moderna. Al menos no era un tag en una foto de mi peor momento”. Porque, vamos, con todo lo que está pasando en el mundo, un tag en una foto en la que no sales es solo una pequeña broma en este espectáculo llamado vida. ¡Larga vida al “sin-tag”!

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Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com

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