El Blog de Yes

Lo mejor del entretenimiento

Notas Random

No me late prestar cosas

En la vida, hay ciertas fronteras que no deberíamos cruzar, como la del amor y, por supuesto, la de prestar cosas. ¿Alguna vez te has encontrado en la situación de prestar algo y luego preguntarte qué demonios estabas pensando? Esa sensación es universal y, en realidad, hay una lógica cómica detrás de la creencia de que prestar cosas es una de las peores ideas del mundo.

La ley del préstamo: ¿dónde están mis cosas?

Imagina la escena: un amigo te pide amablemente que le prestes ese libro que tanto amas o tu nueva consola de videojuegos. Te hace sentir bien al pensar que estás ayudando, pero lo que realmente estás haciendo es abrir la caja de Pandora. En la mayoría de los casos, el acto de prestar cosas se convierte en un juego cruel donde la expectativa y la realidad no siempre coinciden. Aquí algunas razones por las cuales no debería latirnos prestar nada:

  • El “no lo he terminado” eterno: Tu amigo se lleva tu libro y, de repente, existe una misteriosa trama en la que no lo ha podido terminar porque la vida se lo impide. ¿Meses después? Sigues esperando ese momento de “ya casi” y hasta te preguntas si el libro ha pasado a ser parte de su colección.
  • La desaparición mística: Ese juguete o herramienta que prestaste ya no volverá a ver la luz del día. O te la devuelve en condiciones lamentables, como si hubiera ido a una batalla de gladiadores. Vamos, que es más fácil encontrar a un unicornio que tu cd de música favorito después de prestarlo.
  • La culpa en el aire: “Me lo prestaste, así que no puedo decir que no”. Eso se convierte en la mentalidad del prestatario. Ahora sí que te arrepientes de haber sido tan generoso. La culpa es un enemigo que acecha, y no hay nada mejor que no sentirla al evitar los préstamos.

¿El préstamo puede arruinar amistades?

Prestar cosas a amigos puede sonar divertido, pero es importante tener en cuenta que puede arruinar la relación. Piensa en esa vez que prestaste tu patineta y, como era de esperar, se la prestaron a otra persona que no manejaba con cuidado. ¿Qué pasó con la amistad? Más que dañada, está rota, y tú solo querías que tu patineta disfrutara de la vida.

Por otro lado, si decides nunca prestar nada, tal vez parezcas un poco “tacaño” a los ojos de los demás, pero al menos mantendrás tu salud mental intacta. Permíteme presentarte la regla del préstamo cero: solo se presta lo que no te importa perder. Pero… ¿realmente quieres perder algo que era querido para ti?

Alternativas al préstamo

Ahora, ¿qué hacer en lugar de prestar cosas? Aquí algunas tácticas:

  • Alquilar: Si tienes algo que realmente no quieres perder, considera la opción de alquilarlo. De esta forma, estableces un límite y evitas que tu amigo se sienta ofendido por tus “noes”.
  • Verlo juntos: ¿Quieres que alguien disfrute de tu coleccionable? Invítalo a tu casa y disfruta de él contigo. Así, ambos se divierten y evitas la pérdida potencial.
  • Negociación directa: Si alguien insiste en que le prestes algo valioso, simplemente dile que mejor le compartas la experiencia. ¡Eso siempre da un giro divertido a la situación!

En la vida, hay mucho que disfrutar, pero prestar cosas no tiene por qué ser parte de esa aventura. Después de todo, cada objeto que posees representa una historia y un recuerdo. Así que la próxima vez que alguien te pida que le prestes algo, recuerda todas las razones por las cuales prestar cosas simplemente no es para ti. Disfrutar de las cosas que realmente amas sin preocupaciones es la verdadera clave para mantener la paz (y la amistad) en tu vida.

author avatar
Yes
Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com

7 comentarios en "No me late prestar cosas"

  • Yo creo que depende que es lo que prestarias y que no, pues ahi cosas muy preciadas que definitivamente no prestarias y otras que si.

  • Comprendí que mi manera de pensar no es tan horrible como creía, es verdad que la gente no valora y por eso nos creamos nuestras ideas con argumentos válidos como no pido, y tampoco presto. (:

  • A mi me paso con un novio, nosotros hicimos un viaje a la playa, nos esforzamos en comprarnos nuestra cámara (que no estuvo nada barata y al final termine pagando solo yo), nuestras máscaras de buceo y todo, nosotros dos, no pedimos dinero prestado, ni nada, y un día SUS amigos iban a hacer igual un viaje a la playa y se sintieron con todo el derecho de pedirle a mi novio la cámara, a lo yo le dije que no, porque no los conozco tanto, y quien esta pagando soy yo, se enojaron todos por eso, luego también piden las máscaras de buceo, creen que por la amistad que hay tienen el derecho de pedir cosas, aparte ellos no se están esforzando por conseguir sus cosas como lo hicimos mi novio y yo en nuestro viaje, no me parece justo.

  • Pues, deja que se enojen, como dices, una cosa es prestar una mascara de buceo y otra muy distinta un equipo electrónico, en este caso fotográfico, muy costoso.
    Eso es mucho encaje, es como si te prestaran una pluma, y eso les da el derecho a pedirte prestado el carro, pues no.
    Tú cuida tus cosas, que nadie lo hará por ti, y si se enojan, ya tienen dos tareas.

  • Si, la verdad es desesperante que te pidan cosas prestadas a cada rato, ya se les hace costumbre y por la amistad no sabemos como decirles que ya no presto mi lavadora, quizá eso termine mi amistad con ellos.

Los comentarios están cerrados.