Filosofando

Negociaciones

Para ganar hay que ceder, en un punto de la vida escuche esa frase que hizo eco en mi mente: PARA GANAR HAY QUE CEDER, a menos claro está que seas Carlos Slim, porque en ese caso sí ganas lo que sea: discusiones, argumentos, contratos y muchos millones sin siquiera perder o ceder nada, solo hay un país del mundo que permite que eso suceda y es México y cierto sector empresarial de mucho poder NO TIENE QUE CEDER NADA PARA GANAR en ninguna negociación, los demás mortales en el mundo y principalmente en México debemos ceder y a veces mucho para ganar.

Pero la clave del éxito es saber que tanto ceder, evaluar que tanto vas a ganar y que cosas ameritan la pena, a eso se llama negociación, un arte milenario que surgió con el nacimiento de la humanidad. Un proceso social que permite a las partes involucradas resolver conflictos, acordar opciones o establecer resultados a una determinada situación o conflicto, de acuerdo a esta amplia definición las negociaciones se ven en cualquier ámbito de la vida humana, así que sí pensabas que las negociaciones eran cosas de los NEGOCIOS seguramente terminaste cediendo y mucho en cualquier situación de la vida cotidiana.

Para muchos expertos las negociaciones son GANAR-PERDER, sobre todo porque muchas personas especializadas en este arte se dedicaron a simplemente ganar, pero saben que, a mí, me gusta más la definición moderna que te ayuda a comprender que para ganar algo tienes que ceder otra cosa, más que perder para mí eso se convirtió en un intercambio, en el cual obviamente la persona más hábil sale ganando, pero el otro no pierde, simplemente está cediendo.

Si comenzáramos a ver todas nuestras relaciones como un intercambio, tal vez seríamos más felices, ojo, no estoy diciendo que cada que des algo tengas que recibir otra cosa a cambio, pero si la vida comenzará a parecerse más a los negocios en donde “supuestamente” recibes algo justo por lo que estás dando, tal vez la vida sería más fácil.

Ya sabes, tu novia hoy quiere ir a ver determinada película y tú podrías simplemente dejarla ganar y que decida la película, el lugar a donde van a cenar, como te vas a vestir tú y todas las actividades que realicen como pareja pueden ser sus decisiones, pero si eres hábil en vez de simplemente perder podrías simplemente ceder y en algún punto lograr que el balance se ubique a tu favor, digo, puede ser.

Yo intento hacer eso a cada rato con mis padres, es igual de bizarra la relación con tus padres que con tu novia, es unilateral y únicamente decide ella o ellos, entonces yo tengo que tener una postura más mediadora y dejarme ceder para ganar. En el momento en el que comprendí que tenía que ceder en ciertas cosas, bueno, muchas descubrí que podía ganar en otras más importantes.

Te recomiendo hacer la prueba.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com