Música y Conciertos

Música jazz: Un chico llamado Charlie Brown

¿Alguna vez has estado falto de inspiración?, de esas veces que simplemente crees que no tienes nada que decir, pero tienes que decir algo, o incluso muchas veces ni siquiera es falta de inspiración, simplemente te sientes algo aburrido, nostálgico y extrañando algo; algo que no sabes que es pero te hace una enorme falta. O tal vez si sabes que te hace falta, si sabes qué es eso que añoras mientras miras por la ventana el cielo azul de septiembre, recargando tu cabeza en tu mano, con una cara de aburrido, con la intención de decir algo que no puedes decir, con la intención de estar con alguien que no está, con ganas de inspirarte a ser feliz o hacer algo.

Y no es que sean días de blues, más bien, son días con sabor a jazz.

De dónde menos me imagine alguna vez podría venir mi inspiración, ahora solo me hace falta un poco de jazz para escribir, escribir, escribir y pensar, pensar y pensar más. Supongo que la inspiración es extraña y las musas pueden cobrar cualquier formato para susurrarte al oído todas esas cosas que quieres decir, pero no hayas la manera de expresar.

Yo tengo la fortuna de decir que encontré una fuente de inspiración instantanea y cuando atravieso horribles bloqueos en los que simplemente nada creativo, original o bueno sale de mí, solo tengo que poner a reproducirse el disco de jazz “A Boy Named Charlie Brown”, un disco o mejor dicho el soundtrack de la serie Peanuts, lanzado en el año de 1964, este disco para mi es una joya maestra que no solo me inspira, sino que me pone de buen humor.

Como si me llevará al pasado, como si fuera una chispa de creatividad, este disco a mi hace que el día me sepa diferente y muy rico. Creo que ya me estoy haciendo adicta a escuchar el playlist de las 10 canciones que lo componen, porque indudablemente siempre que lo escucho pongo una gran sonrisa y encuentro las palabras que quería decir en un inicio, pero de lo bueno poco y tampoco me gusta abusar mucho de este disco me pone increíblemente de buen humor.

Es como magia, pero trato de no abusar de mi respuesta mágica para evitar el mal humor, creo que he descubierto la única cura moderna existente, para ponerme de buen humor y siempre es con la canción “Fly me to the moon”, una canción que es simplemente irresistible y sin importar lo horrendo que me haya ido, esa canción me hace sonreír y me recuerda a alguien que me transporta literal a la luna.

Nunca hubiera pensado que escuchar jazz me pusiera tan de buen humor, tan contenta y con ganas de escribir por horas. Así es que mi sugerencia para cuando andas sin inspiración, cuando estas triste o nostálgico, yo tengo una respuesta y es A Boy Named Charlie Brown, música que te va a hablar directo al corazón. O tal vez para mí escuchar esta propuesta me lleva a un buen restaurante, a una buena cena, con una buena compañía en una plática interminable.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com