Vida y Estilo

Mi espacio personal

Es mío y es privado, casi sagrado.

Así que no lo invadas por favor, por más tentativo que sea para ti, por más que creas que es ideal rebasar mi espacio vital para convivir conmigo, platicar o interactuar, no lo hagas, simplemente no lo hagas. De verdad, nadie invade mi espacio personal a menos claro está, que tenga una invitación explicita de mi parte para hacerlo, de lo contrario aléjese, por favor aléjese y no concluyó con, sino por favor aléjese.

Carajo, creo que me voy a empezar a colgarme letreros de peligro, no traspasar, cuidado con los perros y aléjese para que no cualquiera piense que puede acercarse a mi o invadir mi espacio vital, mi sagrado espacio personal, un espacio que solo pueden transgredir personas cercanas, con algún tipo de complicidad o confianza conmigo.

Y esta petición mía no es otra más de mis muchas excentricidades, no, no es algo que yo haya inventado para dármelas de mamila con ínfulas de grandeza que no permite que nadie esté cerca de mí, no. El espacio personal es algo que todos tenemos, es un espacio que nos permite sentirnos cómodos y a gusto en cualquier lugar, es gracias a este espacio vital que podemos sentirnos seguros. Si bien el concepto de espacio vital es antiguo y durante mucho tiempo adopto tintes políticos, en la actualidad es usado por la psicología para referirse a nuestra zona de confort, a nuestra burbuja personal que separa al mundo y sus habitantes de nosotros.

Los expertos aseguran que el tamaño de este espacio vital depende del contexto psicológico, cultural y de desarrollo que haya enfrentado la persona a lo largo de su vida, delimitar el tamaño de estas zonas es muy difícil y varia sin dudas dependiendo de cada persona, pero en mi caso específico es más o menos como de un metro de radio, así que si a alguien se le ocurre hacerse el chistoso o la chistosa e invadir este espacio, pues prepárese que recibirá muchos karatazos en el proceso.

El espacio vital es algo muy importante que nunca deberíamos atrevernos a invadir a menos claro está, que nos inviten a hacerlo, pero ahora en la actualidad como que para muchas personas es natural, invadir estas áreas; tal vez sea exceso de confianza de esa persona, pero me pregunto cómo puede alguien atreverse a estar en la zona intima o personal de otra persona, solo porque sufre de exceso de confianza y exceso de arrogancia.

Ese es el punto, no debemos invadir el espacio íntimo de los demás, solo porque nos sentimos con la confianza de hacerlo, creo que en esta era en la que todo se volvió virtual y se perdieron los limites, muchas personas perdieron de vista esas zonas y se olvidaron que el acceso a esas ellas se gana con confianza y tiempo, no porque simplemente se te ocurrió hacerlo.

De hecho cada que alguien invade mi espacio personal sin invitación me hace irritar, tanto que de verdad podría soltar karatazos, uy, como me acuerdo mucho de dos ocasiones que invadieron mi espacio personal, por fines de ligue, ya sabes, nunca falta el chico que cree que se las conquista a todas y se acerca a su próxima víctima, digo, conquista para invadir su espacio vital. Así fue como en la premiere de Iron Man 2, un reportero de cine, creyó que podía tocarme el hombro sin sufrir una muerte lenta, en realidad solo lo vi muy feo y otro chico con el que acepte a salir, que parecía chicle y estaba pegado a mí, tanto que sentía que no podía respirar, obviamente no aguante más de 15 minutos y le dije, ay sabes que, esto no funciona bye.

Y es que invadir el área personal o sagrada de alguien, causa un efecto mental de desagrado en la persona que experimenta esa sensación. Moraleja, ni porque creas que es el ligue de la vida, te atrevas a invadir el espacio de esa persona, a menos claro está, que te invite a hacerlo.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com