Mándamelo por mail para hace una semana, cuando me importaba
Existe un capítulo de Los Simpsons sublime, gracioso y muy atemporal cuya sabiduría es tan grande, contundente y burlona que todavía hoy evoco por sobre todas las cosas para ganar un contraargumento. Saben qué, más que ganar, es una cuestión de hacerle saber a las personas: no me interesan tus tonterías, hace una semana sí, hoy comprendo que son puras idioteces.
Ya saben, cuando están hartos de una persona y sus necedades, nada mejor que cerrar esa discusión con el contundente argumento “mándamelo por mail, para hace una semana cuando me interesaba”; nada mejor que eso, nada que te haga sentir tan importante, ah qué bella sensación.
El capítulo que les digo, es cuando Bart y Lisa quieren regresar la violencia de Tom & Daly a la televisión, claro, después de que ellos la quitaron y justo al final del capítulo, cuando se habían dado por vencidos y después de mucho batallar, otros niños, Lester y Eliza resuelven el caso; ingenuos Bart y Lisa se acercan al dueño de la compañía, Roger Meyers Sr, para contarles de un nuevo plan para recuperarse y este les contesta de una manera muy cordial, mándamelo por correo, para hace una semana cuando me importaba. Y quien puede juzgarlo, tiene razón.
Un aplauso para Roger Meyers Sr, que le ha regalado al mundo una cita tan célebre que es digna de atesorarse en la memoria.
Tanto choro era necesario para dejar en contexto mi punto y explicación, el cual es, que ahora es muy común toparnos con personas que de repente nos importa mucho su opinión o agradarles, pero un buen día, puede ser una semana después quince días o por qué no, un año, nos toma darnos cuenta de que esas personas, su opinión y su compañía no son relevantes e importantes para nuestra vida. Y de pronto es tan clara la sensación de “ya no me importa”, pero sobre todo, se le deja en claro a esa otra persona hace una semana, por cualquier motivo, me importabas, ahora estoy en otras cosas, perdiste tu oportunidad y ahora solo te queda regresar el tiempo, oh es cierto, eso es imposible, aún, entonces llégale compa.
Así que nada mejor que escupirles en la cara a esas personas, molestas y desagradables mándamelo por correo, para hace una semana cuando me interesaba, hoy ya no, tengo cosas más importantes que hacer.
La cosa es que, bajo diferentes contextos o situaciones, podemos pensar que la influencia de una persona es importante para nuestro desarrollo, pero basta reflexionar en su defecto para hartarse de alguien y simplemente llegar a esta sencilla conclusión.