Filosofando

Madurar

Y no estoy hablando de frutas, porque si fuera así tendría que decir que yo no maduro porque soy un bizcocho, pero ya en serio fuera de relajo y payasadas, hablemos en serio sobre madurar, sobre ver la vida desde un aspecto ESTABLE Y EQUILIBRADO.

Si bien desde que somos chicos hasta nuestra etapa adulta, pasamos por un proceso muy traumático, madurar, crecer intelectualmente y alcanzar una sabiduría que nos permita lograr una estabilidad en la vida, pensando en lo mejor para nosotros a largo plazo y no únicamente en los beneficios del aquí y ahora. Definitivamente te conviertes en un adulto cuando dejas de pensar en el corto plazo y te preocupas por el mañana, por el futuro, un tiempo en el que nunca se piensa cuando se es joven, porque crees que eres invencible y el mundo estará a tus pies por siempre; pero conforme empiezas a vivir y a experimentar, te das cuenta que el futuro es la consecuencia de lo que hagas hoy.

Tengo que reconocer abiertamente que no es hasta el día de hoy que me preocupo por mí, que me preocupa el futuro y que estoy buscando estabilidad en mi vida, hoy comprendí muy bien el significado de que la vida es muy corta, si bien me preocupo por el futuro entiendo que hay cosas que no valen la pena como para atormentarme con ellas hoy, algo que comprendes cuando maduras, cuando creces.

Supongo que llega un buen día en el que dejas de obsesionarte con los demás y sus críticas o las interacciones que tienen contigo, simplemente llega un buen día en el que maduras y dejas de preocuparte por el que dirán, por el amor y sus enredos; te dejas de todas esas cosas improductivas que atormentan tu mente y te concentras en las cosas que si puedes arreglar. De repente comienzas a disfrutar lo que tienes y te dejas de estupideces por preocuparte por lo que no tienes en esta vida.

Un buen día abres los ojos y solo estas contento porque eres capaz de comprender y entender tus problemas para tratar de arreglarlos sin olvidar lo bueno que tienes en la vida, simplemente llega un día en el que creces, en el que te equilibras, en el que te arreglas y comienzas a vivir preocupado por VIVIR, por ser y por estar.

Para mí eso es la madurez, encontrar un equilibrio entre lo bueno y lo malo, entre lo que puedes arreglar y lo que no para dejar de ser infeliz y simplemente SER; tal vez parezca choro de viejitos o gente que se cree mucho, pero cuando llegas a ese moderno estado del NIRVANA, descubres que agobiarse por tonterías no tiene caso y más cuando esta vida es tan corta y el tiempo camina tan rápido. Será por eso que es imperativo alcanzar la madurez, el buen juicio, la prudencia y la sensatez.

Ser joven es increíble, es sentir que el mundo está a tus pies, tener todo el futuro por delante para equivocarte y tener la energía necesaria para arreglar todos esos errores, reparar y sanar; por supuesto cuando eres joven el corazón aguanta todo tipo de golpes. Pero madurar y encontrar un balance entre los sueños, los anhelos y las caídas es algo que no podría explicar con palabras y únicamente por eso vale la pena envejecer, porque a todos tarde o temprano nos llega esa conciencia.

Cuando leo a alguien sufriendo, cuando alguien me pide un consejo o cuando escucho alguna problemática, me gustaría decirle a esa persona que la solución a su problema es simple y obvia, pero esa solución únicamente llega cuando estamos listos a entenderla y a comprenderla.

Algunos sufren por amor, cuando el amor es uno de los sentimientos más nobles Y NO PROVOCA SUFRIMIENTO AL CONTRARIO TE HACE QUERER, TE HACE AMAR, nunca sufrir; pero si no entiendes que es el amor y te enfocas en las complicaciones, por supuesto vas a terminar herido y por más que yo quiera ayudarte a resolver esa situación, la única forma para hacerlo está dentro de ti.

La sabiduría, resultado de una gran y basta vida llena de experiencias.

Hoy tengo la fortuna de decir que ya no me agobio por amor, aprendo de él a través de mis experiencias, las de los demás y procuro crecer, procuro madurar, procuro dejar de sufrir porque esta vida es una y muy corta, como para preocuparte por pendejadas.
Será la edad o será que yo soy más sabía o tal vez dentro de mi complejidad soy bastante simple y puedo ver hoy el mundo de una forma diferente. Todos de complican, todos se centran en sus problemas, en sus complicaciones, en sus carencias físicas y de posesiones en vez de ver su propio potencial.

Madurar es entender lo que te sucede y sacarle provecho de la mejor manera, sin SUFRIR en el proceso.

No dejes que nada te aflija más de 40 minutos en su análisis, reflexión o resolución la vida es muy corta para dejarte que se te vaya en problemas, y si hoy para ti no es tan fácil dejar ir esos problemas del índole que sea, descuida la madurez es un proceso de ensayo y error.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com