¡Luz, cámara… casino!

Si hay un ámbito en que el cine encuentra una pareja casi perfecta, es el de los casinos. El supuesto lujo y glamour de las grandes casas de juego ha sido terreno sumamente fértil para desarrollar historias de esas que quedan en la memoria colectiva por siempre. 

Y sus juegos han sido “estrellas” casi tanto como los protagonistas en infinidad de films. Pero hay una legendaria “franquicia”, la más longeva del séptimo arte, que se ha destacado respecto a las demás en tal sentido. Solo le falta incorporar la ruleta online al casino de turno en sus próximas producciones. 

Su nombre es Bond… James Bond

No hay una saga cinematográfica que pueda equipararse a la de James Bond, la más larga y redituable en la historia del cine, en cuanto al tratamiento dado a los juegos de casino, tanto para retratar su ambiente, como para situar la acción, o para definir las características del personaje. 

La productora EON, dueña de la marca, recurrió a los casinos y sus juegos en casi todas las películas del agente 007, nada menos que 25 en 60 años, con secuencias memorables. Ya en el debut (“Dr.No” de 1962) vemos escenas donde el decano de los espías “al servicio de su Majestad” juega al “Chemin de fer”, versión original del “Bacará” o Bacarat, uno de los juegos de cartas favoritos en todos los casinos. 

Los diamantes son eternos, ¿Bond también?

Lo vimos jugando Póker (como en “Casino Royale, de 2006, donde casi la mitad de la película transcurre entre dos de los más exclusivos que se conocen: El  Atlantis Paradise Island de las Bahamas, y el de Karlovy Vary, en la República Checa) o jugando “Craps” (dados) en “Los diamantes son eternos” (1971, última aparición oficial de Sean Connery) en un casino ficticio y recreado en un set.

Y son icónicas las secuencias del Bond de turno, siempre de riguroso y elegantísimo esmoquin en: 

• “Operación Trueno” (1965, también con Connery) y sus largas escenas en el casino de Nassau, en las islas Bahamas. 
• “Al servicio secreto de su Majestad” (1969, la única aparición del australiano George Lazenby como Bond) tiene una escena crucial en el casino de Estoril (Portugal) jugando a la ruleta. En ese momento conoce a la “chica Bond” de turno, Diana Rigg, la única que consigue casarse con él. 
• “El hombre de la pistola de oro” (1974, con Roger Moore) en el casino de Macao, ciudad que es la meca del juego en el sudeste asiático.
• “Goldeneye” (1995, debut de Pierce Brosnan en el esmoquin del agente secreto más famoso) Hay una secuencia de alta tensión en el célebre casino de Monte Carlo, Mónaco, en que Bond le gana una partida de Bacarat a una sádica asesina al servicio del villano, que poco después lo pone al borde de la muerte. 

Por eso, si te gustan los juegos de azar y la ruleta online del casino, es seguro que disfrutarás mucho de las inolvidables películas de James Bond.