La lotería fue utilizada por los presidentes de Estados Unidos George Washington, Thomas Jefferson y Benjamín Franklin para recaudar fondos que fueron destinados a proyectos públicos.
La lotería es diversión asegurada y un juego que a todos les encanta. Sus reglas son fáciles de entender y las partidas son rápidas, además cualquier persona tiene la oportunidad de participar. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado de dónde viene este increíble juego? No busques más, aquí te lo decimos.
La palabra lotería proviene del holandés y deriva de “lot”, que se traduce como destino, un significado muy acorde a los juegos de azar. Pero su historia se remonta a mucho tiempo atrás. De acuerdo al libro “La Historia de la Lotería”, de la Universidad de Stanford, se estima que en el año 200 A.C existió una versión muy antigua en China durante la dinastía Han llamada Keno, que consistía en atinarle a caracteres o sinogramas.
El segundo antecedente se encuentra en la Antigua Roma, en donde la aristocracia hacía rifas con premios después de las cenas con la misma dinámica que los chinos. Sería el emperador Augusto César quien democratizó esta actividad al ofrecer una lotería en la que los ciudadanos tuvieran la oportunidad de participar, con el objetivo de generar ingresos para el mantenimiento de infraestructura de la capital. Más tarde en Génova se creó el primer sistema de números de lotería para elegir puestos públicos.
Cada país europeo tuvo una variación con ligeros cambios del esquema romano de lotería y hasta finales del XV se hizo un juego común. El primer juego oficial en el que se dio dinero fue en el territorio que ahora conocemos como Bélgica en 1460. Esta actividad llegó a América hasta el siglo XVII cuando el rey de Inglaterra James I introdujo el juego para financiar a las tropas del primer asentamiento británcio en Virginia.
Figuras como George Washington, Thomas Jefferson yBenjamín Franklin utilizaron la lotería con el mismo objetivo de recaudar capital para proyectos públicos. A pesar de que en Estados Unidos se prohibió la lotería en 1870, este sistema de financiamiento público se popularizó en todo el continente americano.
En México, durante el período colonial sólo podían jugar las clases altas. No obstante, en 1770 esta actividad tuvo un giro inesperado, ya que se fundó la Lotería Nacional y el primer sorteo de esta organización se llevó a cabo en 1771 en la Ciudad de México. Para el siglo XX la lotería no sólo sería una forma en la que los gobiernos captaran ingresos, sino que evolucionaría a una actividad de carácter recreativo entre la población con los conocidos cartones y boletos, los cuales adoptarían los casinos y programas de televisión.
Con su oportuna incorporación en internet (al mismo tiempo que otros juegos de azar) en la década de los 90 y principios de los 2000, el juego de lotto se convertiría en uno de los favoritos por su sencilla forma de jugar. En la actualidad, la lotería es muy popular en reuniones familiares, hay cientos de formas de jugarla y adquirir tickets para decenas de eventos por televisión o internet.
Gracias a los smartphones su popularidad ha despegado y es muy sencillo encontrarla en diversos sitios de internet. Por ejemplo Strendus, la plataforma de entretenimiento más segura y confiable de México, tiene como base a la lotería con su vertical Sorteos, en la que los usuarios tienen la oportunidad de acceder a versiones clásicas, juegos de lotto en vivo, raspaditos y hasta variantes de Keno, el juego chino que lo inició todo.
Aunque la lotería ya casi no se parece a la de aquellos días de las civilizaciones antiguas, su concepto básico de diversión es el que no cambió. Cada vez que alguien la juegue mantendrá viva una tradición milenaria con una rica historia cultural, social y tecnológica.
