Si tuviera que decir algún aspecto característico de la especia humana tendría que decir planificador, bien, seguro ya estás pensando que estoy diciendo tonterías, pero piénsalo un minuto y nuestra especie se la vive haciendo algo, pensando en el futuro, preparándose para algo sin importar que ese algo vaya a pasar en un corto o lejano plazo. Pasamos nuestro tiempo pensando y planeando cómo será la vida.
Irónicamente también otra de nuestras máximas características es no pensar en el futuro, ven, somos irónicos. Tal vez esa sería la palabra que nos defina como especie, porque pasamos toda la vida pensando en el futuro o aquello que nos hace felices para entonces no pensar nunca en el futuro, en las responsabilidades y obligaciones.
Nuestra mente siempre está ubicada en el futuro, algunos masoquistas la tienen en el pasado pero siempre está en otro lugar, nos pasamos el tiempo planeando y preparando cosas, planes y objetivos, pasamos mucho tiempo imaginando que vamos a vivir en vez de simplemente vivir.
Siempre estamos esperando a que llegue o suceda algo, en el año pasamos el tiempo esperando a que sean vacaciones, fin de semana o días festivos, siempre planeando y siempre esperando para hacer las cosas.
Definitivamente es parte de nuestra esencia y nuestros procesos cognitivos o tal vez únicamente se habla de supervivencia y tendemos a prepararnos para evitar alguna situación fuera de control, prevenidos y precavidos pasamos el tiempo esperando.
Incluso tal vez no seamos prevenidos y más bien es la búsqueda infinita del control para saber que va a pasar y que esperar.
Aquellos años en los que uno agarraba su mochila para pasear por el mundo o tu ciudad son días lejanos, divertidos y olvidados; ahora cuando tienes un viaje, incluso al supermercado tiendes a planear a hacer preparativos para tener todo listo.
Es más, en nuestra mente se proyectan trayectos, horarios, rutas y con quien vas a dejar encargado al perro, si tienes hijos, pues obvio buscas quien los cuide a ellos, yo dije perro porque solo tengo perros, pero cada quien. No importa que sea un viaje corto a una ubicación cercana uno hace preparativos para tener todo listo.
Pero también cuando se trata de trabajos, relaciones, viajes, tendemos a prepararnos algunas veces para lo peor, otras veces sólo para estar ocupados. Sólo para darnos cuenta que perdimos la oportunidad de vivir.