Los hobbies innombrables
¿A quién no le da un poquito de pena confesar su verdadero pasatiempo? Esos hobbies innombrables que guardamos como un secreto a voces, ya sea por miedo al qué dirán o porque simplemente no encajan con nuestra imagen de “gente seria”. ¡Pero no te avergüences! Hoy vamos a celebrar esos gustos culposos que nos hacen felices.
Macramé, tejido y novelas: La Santísima Trinidad de los hobbies innombrables
Empecemos por los clásicos: el macramé, el tejido y las novelas. ¿Quién no ha pasado horas creando pulseritas de macramé con hilos de colores? ¿O tejiendo bufandas kilométricas que nunca usará? Y ni hablar de las novelas, ese universo paralelo lleno de drama, romance y villanos despiadados que nos atrapa sin remedio.
Estos hobbies innombrables tienen mala fama porque se consideran “anticuados” o “poco interesantes”. Pero la verdad es que son actividades relajantes, creativas y que nos permiten desconectar del estrés diario. ¡Así que no te sientas mal por disfrutar de tu macramé o de tu novela favorita!
Otros hobbies innombrables que merecen ser reivindicados
Pero la lista de hobbies innombrables no termina ahí. También podemos incluir coleccionar piedras, armar rompecabezas gigantes, ver videos de gatitos en internet, o incluso, ¡coleccionar estampitas! Sí, esos pasatiempos que parecen sacados de otra época, pero que nos brindan una satisfacción inexplicable.
¿Por qué nos da pena confesar estos hobbies innombrables? Tal vez porque tememos que nos juzguen, que se burlen de nosotros, o que nos consideren “raritos”. Pero la verdad es que todos tenemos nuestros pequeños gustos culposos, y no hay nada de malo en ello.
¡Libera tu hobby innombrable!
Así que te invito a que liberes tu hobby innombrable. ¡No te avergüences de lo que te gusta! Comparte tu pasión con tus amigos, crea un grupo de tejido, o incluso, ¡organiza una noche de novelas! Verás cómo te sientes mucho mejor cuando dejes de ocultar tus verdaderos pasatiempos.
Al final del día, lo importante es hacer lo que te hace feliz, sin importar lo que digan los demás. Así que, ¡saca tus hilos de macramé, desempolva tus agujas de tejer y prepárate para disfrutar de tus hobbies innombrables sin remordimientos!
Y recuerda, ¡el que esté libre de pecado que tire la primera madeja!