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Lo importante de una dieta, es cumplirla

Eso es lo importante y mucho, porque repetirte, mañana, mañana, y que nunca llega ese mañana es bien peligroso, y antes de que te des cuenta estas en forma, pero en forma de piñata listo para ser el protagonista de las posadas. Y bueno, pues, no es que la apariencia sea lo único que importe en la vida, pero en las fotos de la posada, en las que pareces piñata, eso es lo único que vas a ver, que parecías piñata en perfecta forma redonda. Porque recuerda que lo buena onda y la buena vibra no se quedan plasmados para la posteridad, oh no señor, lo que se va a fotografiar es tu perfecta silueta circular, eso es lo que se va a quedar para siempre, para recordar que la navidad del 2014 estabas con “algo de sobrepeso”, como eufemismo de mucho.

Además, la navidad es peligrosa y postergar la dieta, mañana, mañana, hasta que llega enero, es aún mucho más peligroso, ya sabes, por aquello de que en vez de tener que bajar 2 kilos, vas a tener que esforzarse sobrehumanamente para deshacerte de 10, porque ya se acerca la primavera, la temporada de bikini, y lamentablemente el problema de postergar una dieta, por los compromisos sociales de navidad, es algo que nunca termina, bueno, si termina con muchos kilos por bajar.

Bien, en navidad siempre es lo mismo, hoy no empiezo la dieta porque es la comida de la oficina, mañana tampoco porque veo a los cuates, el fin de semana es cumpleaños de alguien, que me regalaron unas galletitas, que los bombones, que luego es mi cumpleaños, que la cena de navidad, el recalentado y así.

Uno pensaría que en enero se terminan las excusas, pero estas continúan con los recalentados, con regalos retrasados, con la comida que sobro, obvio no la vas a tirar entonces le haces un huequito en la panza; pero después de toda la comida de las fiestas decembrinas, siguen las fiestas de enero, RAYOS, un complot para que no pare de comer, sí, es un complot del universo, porque no encuentro otra explicación para eso de la rosca de reyes, justo cuando uno tiene el firme propósito de bajar la panza, esa horrible panza, lonjas y llantas que se hicieron desde noviembre hasta enero.

Es bien difícil deshacer en unos días de ejercicio y dieta extrema, todo lo que te atragantaste en un mes.

¡Tremendo!, además, es bien difícil decir que no a la comida, rica y suculenta de estos, días, neta, te lo juro, yo creía que era la única que vivía esa horrible tortura y cada día, sí, cada mañana que me despierto con la firme convicción de ponerme a dieta para perder esos 8 kilos, que antes eran 5, que traigo extra, ese día descubro que es más difícil que el día anterior ponerme a dieta; TE LO JURO, ES UN COMPLOT y la comida cuando estas a dieta intentando perder peso, ese día la comida se vuelve más seductora, suculenta, que terminas diciendo, MAÑANA YA HAGO LA DIETA, lo juro por Dios que me mira, lamentablemente no cumples, por más que lo intentes.

Si todo fuera tan fácil como hacer dieta, pero todo se reduce a la fuerza de voluntad para decir no, no te voy a comer gansito marinela, no, no voy a querer hamburguesa, no, no quiero probar esa rebanada de pastel, no, no quiero las galletas que me regalaron de Navidad de ese restaurante que tanto me gusta, no, no voy a ir de critica gastronómica a tal restaurante, bueno, sí voy a ir, pero en vez de comerme 10 tiempos, solo voy a dar mordidas, eso es lo que tengo que hacer, para cumplir mi dieta.

Hacer eso requiere mucha fuerza de voluntad, porque la comida es deliciosa, comer es uno de los 3 placeres de la vida, yo podría ser esa chica, pero no, porque nunca cumplo mi estúpida dieta; pero algún día lo hare, lo juro.

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