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Las cosas están donde menos lo imaginas

Estás buscando desesperadamente las llaves del coche, sudando frío porque llegas tarde, y ¡tachán! ¡Estaban en tu mano todo el tiempo! Esas situaciones en las que las cosas están donde menos lo imaginas son más comunes de lo que crees, y hoy vamos a reírnos un rato de ellas.

¡Ay, nanita! Historias de la vida real (y de la risa)

  • Los lentes perdidos: Buscas tus lentes por toda la casa, revisas cajones, debajo de los sillones, ¡hasta en el refri! Y al final, ¿dónde estaban? ¡En tu cabeza! ¡No te manches!
  • El celular fantasma: Sientes la vibración del celular en el bolsillo, lo sacas y… ¡sorpresa! ¡Es el celular que estás usando para buscar el otro celular! ¡WTF!
  • Las llaves escurridizas: Sales corriendo de casa, cierras la puerta y… ¡oh, oh! ¿Dónde están las llaves? Las buscas en la bolsa, en el coche, en el tapete de la entrada, ¡y nada! Al final, las encuentras colgadas en la puerta, ¡justo donde las dejaste!
  • El control remoto ninja: Estás viendo tu serie favorita, pero necesitas subir el volumen. Buscas el control remoto por todos lados, levantas cojines, revisas debajo de la mesa, ¡y nada! Al final, lo encuentras aplastado bajo tu trasero. ¡Auch!
  • La cartera invisible: Vas a pagar la cuenta en el restaurante, buscas la cartera en el pantalón, en la chamarra, en la bolsa, ¡y no la encuentras! Empiezas a sudar frío, pensando que la perdiste, y al final, la encuentras en la bolsa que llevabas en la mano todo el tiempo. ¡Qué oso!

¿Por qué nos pasa esto? ¡La ciencia lo explica! (Más o menos)

No te preocupes, no estás loco. Hay varias razones por las que las cosas están donde menos lo imaginas:

  • Estrés: Cuando estamos estresados, nuestra mente se bloquea y no podemos pensar con claridad.
  • Distracción: Si estamos haciendo varias cosas a la vez, es más fácil que olvidemos dónde dejamos las cosas.
  • Rutina: A veces, hacemos las cosas de forma automática y no prestamos atención a lo que estamos haciendo.
  • Falta de organización: Si nuestra casa es un caos, es más difícil encontrar las cosas.
  • Mala memoria: ¡Aceptémoslo, a veces simplemente se nos olvida!

¡No te agüites! Consejos para evitar estos momentos bochornosos

  • Relájate: Respira hondo y trata de mantener la calma.
  • Presta atención: Concéntrate en lo que estás haciendo y evita las distracciones.
  • Organízate: Ten un lugar específico para cada cosa y acostúmbrate a guardarlas ahí.
  • Usa la tecnología: Hay apps que te ayudan a recordar dónde dejaste las cosas.
  • Ríete de ti mismo: ¡No te tomes la vida tan en serio!

Las cosas están donde menos lo imaginas son una prueba de que somos humanos, imperfectos y un poco despistados. Así que, la próxima vez que te pase algo así, ¡no te agüites! Ríete de ti mismo y recuerda que a todos nos pasa. ¡Y si encuentras mis llaves, avísame!

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com