Es algo por lo que moriré luchando, a veces hay cosas que merecen la pena, la libertad, la privacidad y el derecho a decidir sobre tus DECISIONES es algo invaluable.
La libertad, es algo que todos en estos días presumimos poseer, un derecho por el cual generaciones pasados murieron, nosotros simplemente subvaloramos y regalamos al mejor postor.
Se han puesto a pensar si en verdad somos libres, de decir, hacer, actuar y pensar o solo seguimos a los demás, solo hacemos lo que los demás esperan de nosotros y lo que dictan que debemos hacer, bueno, en un sentido literal nadie nos fuerza a hacerlo, ya no tenemos cadenas físicas que restrinjan nuestro cuerpo, pero creo que ahora tenemos ataduras más poderosas que se encuentran en nuestra cabeza, impuestas por paradigmas, costumbres sociales o familiares que realmente nos impiden disfrutar de nuestra libertad de hacer y elegir.
Privacidad, libertad, elección son términos que fácilmente podemos definir y que muy seguramente todos conocemos, pero me pregunta hasta qué punto realmente soy libre de hacer lo que quiero, es obvio que la libertad no puede dañar la integridad física de nadie más, eso me queda muy claro, pero en nuestra actualidad moderna y bajo las reglas sociales del juego, creo que la libertad está muy restringida a las buenas costumbres o mejor dicho tradiciones.
Y no estoy diciendo que vivamos en un mundo de herejía y amoralidad, solo digo que no somos libres, y que siempre estamos atados o supeditados a lo que los demás quieren o esperan de nosotros, cosas tan simples como el vestir, como actuar o que decir muchas veces son impuestos desde el mismo seno familiar, y no se diga sobre que estudiar, donde trabajar o con quien salir.
Supongo que una cosa es la convivencia y otra cosa muy lejana es permitir que las opiniones ajenas afecten la forma en la que piensas, pero todos estamos en este juego extraño en el que es muy difícil y peligroso decidir y pensar.
Me acuerdo mucho de una frase que leí hace muchos años que decía así “¿por qué ya no eres como antes?” y me acuerdo mucho que esa frase me dejo pensando, sobre todo porque solo lo dicen las personas cuando quieren que actúes de cierta manera.
Todos cambiamos, todos somos diferentes en diversas etapas de la vida, supongo que en cada momento habrá que luchar para ser libres.