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La importancia de llevar a tu perro al veterinario

Vivimos en la era de los pet lovers, personas que somos conscientes y responsables cuando se habla del cuidado y protección de nuestras mascotas; sin embargo, hay temas en los que no tenemos conocimientos profundos y solemos dejar a nuestro criterio, economía o tiempo cuestiones tan básicas como la salud de nuestro perro, de tal manera que pensamos o decimos, luego llevamos al perro al veterinario.

No debería ser, pero de manera común cuando vemos que nuestro perro se siente mal, está cansado, decaído, tiene algunos malestares físicos como vomito o diarrea, solemos creer que en un rato estará bien y sin conocimiento les damos algo que mejore sus síntomas como alguna aspirina o cosas que creemos que le harán sentir mejor; pero este desconocimiento puede ser fatal y de hecho medicamentos que pensamos que los harán sentir mejor pueden producir un resultado opuesto.

No hay que subestimar la importancia de llevar a tu perro al veterinario, estos son especialistas que saben cómo hacer que ellos se sientan mejor; además hay que recordar que la tolerancia de los caninos frente al dolor suele ser muy alta y cuando ellos se quejan, es porque en verdad sienten mucho dolor, así que hay que actuar de manera rápida y oportuna.

¿Para qué esperar?, cuando tu perro se sienta mal, no lo creas, no lo dudes e inmediatamente llévalo a ver a tu veterinario de confianza.

Pero para saber más de este tema, me fui a entrevistar al Médico Veterinario Zootecnista Gustavo Osorio, Influencer Marketing Manager de Eukanuba®, para profundizar en el cuidado responsable hacia las mascotas y resolver todas las dudas en torno a la “Consulta Veterinaria”, y esto es lo que nos comenta el MVZ Gustavo Osorio.

La importancia de llevar a tu perro al veterinario

1. ¿Qué es una consulta veterinaria?
Se conoce como Consulta Veterinaria a la interacción que se lleva a cabo entre el médico veterinario, su paciente y el propietario o responsable del mismo.

El propósito de la consulta veterinaria es obtener la información necesaria para llegar a un diagnóstico a través de una metodología establecida a fin de construir un plan terapéutico orientado a devolver o preservar la salud de la mascota.

Para lograr esto, el Médico Veterinario sigue con frecuencia la metodología conocida como Expediente Clínico Orientado a Problemas durante la entrevista con el propietario.

Durante la primera parte de la consulta, se recopila información básica que incluye la información descrita por el propietario, que incluye la descripción de lo que considera una alteración o problema en el paciente. A esta información se añade la obtenida a través del historial clínico, el examen físico, el estudio del medio ambiente, y algunos exámenes de laboratorio básicos e incluso la respuesta terapéutica.

Al analizar esta información se pueden sacar conclusiones importantes para elaborar el diagnóstico o en su caso acercarnos a la solución del problema.

A través de esta metodología se utiliza la información obtenida para construir una lista de problemas que son todas condiciones que alteran la calidad de vida del paciente y para las cuales se requiere de diagnóstico, terapéutica y manejo clínico. Estos se enlistan en orden de importancia.

Posteriormente, se integra toda la información antes recopilada y tras el análisis se establece un plan diagnóstico o inicial, que consiste en hipótesis llamadas diagnósticos diferenciales. Estos diagnósticos diferenciales se descartan a través de pruebas de laboratorio o clínicas, lo más específicas posible a fin de tener un diagnóstico definitivo.

A partir de lo anterior se establece un plan terapéutico, que idealmente implica iniciar un tratamiento una vez que tenemos el diagnóstico definitivo; sin embargo, es posible que el paciente requiera de tratamiento inmediato o que la respuesta al mismo sea la base para llegar a dicho diagnóstico definitivo.

A continuación se comunica al propietario a través de un Plan Informativo acerca de los hallazgos y conclusiones, así como los planes de tratamiento a comenzar, así como los planes alternativos en caso de que el paciente no responda como se espera.

Finalmente, como parte de esta metodología están las notas de progreso a través de las cuales podemos registrar la evolución clínica del paciente hasta su resolución o los cambios en el plan terapéutico.

2. ¿Por qué es importante llevar a nuestro perro al médico?
La importancia de llevar a nuestro perro al Médico Veterinario reside en que es el profesional capacitado para establecer un programa de medicina preventiva completo y adecuado para cada mascota, tomando en cuenta las necesidades derivadas de: susceptibilidad a enfermedades o condiciones por raza, interacción el medio ambiente, estilo de vida, etc.

Adicionalmente, es durante estas visitas que el Médico Veterinario puede detectar de manera temprana algunas condiciones que pueden desencadenar enfermedades y proponer acciones preventivas como cambios en la nutrición o limpieza dental.

Este también es ese momento ideal para plantear todas las dudas que tenemos en torno a comportamiento, hábitos y alimentación. Un médico veterinario podrá orientarte sobre cuál es el alimento ideal para tu mascota, y podrá recomendarte opciones que contengan todos los nutrientes y beneficios que tu perro necesita para crecer sano y fuerte, como Eukanuba, que contiene elementos omega -3 y omega -6 que ayudarán a la digestión, a sus huesos, dientes y a que su piel o pelaje se vea saludable.

3. ¿Con qué frecuencia debería llevar a nuestro perro a consultas de este tipo?
Idealmente, deberíamos acudir al Médico Veterinario trimestralmente para dar seguimiento al plan estratégico de control de parásitos internos. Si esto no fuera posible, mi recomendación sería visitarle para una revisión general al menos dos veces por año.

4. Tendrá algún tip para escoger un buen médico veterinario
Lo primero es asegurarnos de que estamos acudiendo con un Médico Veterinario titulado, lamentablemente es posible encontrarnos con personas que usurpan la profesión ya sea por motivos económicos o por “ayudar” a los animales poniendo en riesgo la salud de las mascotas al no estar capacitados.

Poniéndome en el papel de propietario, para mí sería importante:

a. El trato hacia mi mascota – si mi mascota se siente confiada o no en su presencia.

b. El nivel de información y comunicación que establece conmigo como propietario – que me dé información completa y me ayude a resolver mis dudas y a estar tranquilo con las decisiones de salud de mi mascota.

c. El nivel de preparación del médico – esto no es siempre fácil de saber, pero un buen Médico Veterinario siempre se está actualizando, acudiendo a congresos, simposios y estudiando por su cuenta. Muchas veces podemos ver en el consultorio las constancias correspondientes.

d. Los resultados obtenidos y la salud de mi mascota a lo largo del tiempo al seguir sus indicaciones.

e. Finalmente, las referencias y recomendaciones de amigos, familiares y de otros Médicos Veterinarios. Recordemos que aunque el Médico Veterinario puede hacerse cargo de la salud de mi mascota, también ellos se especializan, por lo que dependerá de la necesidad de mi mascota con quién debo llevarlo; si tengo una fractura, debo ir al ortopedista, no al dermatólogo.

5. ¿Qué es lo que tenemos que tener en cuenta cuando visitamos un veterinario?
Creo que lo más importante es considerar que es un Médico, no un adivino. A pesar de que estamos capacitados para llegar a un diagnóstico a partir de signología clínica, estudios de laboratorio y observación, la información que el propietario nos proporciona nos ayuda a llegar más rápido al mismo siempre que esta es completa, verídica y oportunidad. Es como llevar a un bebé al pediatra, la mamá es la voz del niño así como el propietario es la voz de la mascota. Proveer información incompleta o falsa complica nuestro trabajo.

Agregaría que si bien a través de internet se puede encontrar mucha información valiosa acerca de la salud de los animales, aunque sin el conocimiento de base y el criterio médico es difícil diferenciar la información científica de los consejos bien intencionados o las opiniones de supuestos “expertos” en el tema. Es válido y deseable que el propietario llegue informado, pero recuerde que lo que leyó en internet puede no ser correcto. Es recomendable compartir la información consultada en internet para poder resolver dudas con su Médico, quien debe ayudarle a entender si su apreciación es correcta o no y por qué.

6. Normalmente, somos muy desidiosos cuando hablamos de nuestra propia salud, es decir, nosotros mismos postergamos las visitas al doctor, la pregunta es ¿cómo sabemos cuándo hay que llevar a nuestra mascota o no al veterinario?

Siempre es mejor prevenir que dejar pasar tiempo sin visitar al Médico. Creo que ante circunstancias evidentes como hemorragias, golpes o cambios en el comportamiento no hay duda de que se debe acudir al Médico Veterinario.

Ante circunstancias menores como una diarrea de un día, algo de tos o un vómito, tal vez podríamos esperar un poco antes acudir al médico o llamarlo para poder resolver dudas.

7. Podría decirnos que problemas podemos resolver nosotros y que son cosas que tiene que ver un veterinario, es decir, si veo que mi perro le duele la panza, lo puedo cuidar yo o lo tengo que llevar a revisión
Es difícil decir qué casos no ameritan la atención del Médico Veterinario, porque al igual que en las personas, podemos dejar pasar el tiempo y permitir que un problema sencillo se complique.

Como mencioné anteriormente, una diarrea mecánica por cambio de alimento, que no dura más que un par de días, una falta de apoyo de una pata si sabemos que es ocasionada por un golpe al jugar, una falta de apetito por un par de días son el tipo de circunstancias que no requieren de atención inmediata a menos que continúen por más tiempo. Sin embargo, definitivamente no recomiendo que los propietarios intenten medicar a sus mascotas sin acudir al Médico Veterinario, pues fármacos de uso común pueden ser nocivos para las mascotas en las dosis inadecuadas.

Finalmente, creo que como propietarios de mascotas logramos, en la mayor parte de los casos, identificar cuando lo que observamos en nuestro perro es una molestia pasajera o un caso más severo.

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