No soy del tipo de persona que diga “¡yeih fiesta!”, aunque por otro lado, tampoco soy muy del tipo de persona sociable que diga “¡yeih gente!”, más bien termino pensando “¡yeih gente!” en un tono muy sarcástico; porque en definitiva no me gusta mucho la gente, así que no podría ser yo una autoridad cuando se habla del tema fiestas o reuniones, pero incluso hasta yo sé, que hay por excelencia una canción que puede revivir la fiesta más aburrida del mundo.
Que si existiese dicha fiesta, es decir, la fiesta más aburrida del mundo, muy probable sería alguna organizada por mí, digo, por aquello de mis nulas capacidades para interactuar con las personas.
Porque hacer una fiesta requiere muchos conocimientos, requiere pasión y principalmente requiere conocer al grupo que visitará la fiesta, es por eso, que no cualquier payaso puede organizar fiestas; porque si bien parecería que cualquiera puede hacerlo, incluso un mono parlante, eso es inexacto y organizar una fiesta requiere planeación, requiere manejo del estrés, control de crisis, pero lo principal de una fiesta, es saber cómo hacer que las personas se diviertan.
Parece poca cosa, lograr que alguien se divierta, pero en realidad es algo muy difícil de lograr, tanto que seguramente se necesita alineación planetaria para lograr que la diversión fluya; porque repito, se requiere mucho más que música alta, comida y bebidas; para que una fiesta pase de ser simplemente congregación de muchas personas, como en una misa, a algo divertido, a algo que realmente se llame fiesta y se pueda usar el concepto filosófico de fiestear, las personas tienen que reír, tienen que disfrutar, tienen que vivir.
Por eso, solo los expertos pueden tener licencia para hacer fiestas, y bueno, también James Bond tiene una licencia, pero él la tiene para otra cosa; los que organizan fiestas tienen licencia para matar el aburrimiento; sin embargo incluso estas personas, los expertos en llevar la diversión a un lugar, muchas veces se enfrentan con que una fiesta, por más preparativos y organización que tenga, incluso esas fiestas terminan siendo aburridas, bobas, flojas y las personas solo están mirando el reloj para saber cuánto les falta para irse.
La buena noticia es que existe una canción tan poderosa, tan pegajosa, tan mágica que puede llevar una fiesta de horrible a divertida con un solo paso, y es el difícil e incomprensible paso del Payaso de Rodeo, que en teoría suena fácil de hacer, o mejor dicho bailar, pero en la práctica es divertido y pone a todos, literalmente a todos a mover el esqueleto, porque si hay una rola mágica que puede hacer que reviva una fiesta, es la canción No rompas más de Caballo Dorado.
La canción que revive fiestas No rompas más
Algo tiene la música de esta canción, los coros de esta rola country, que en los noventas la banda mexicana Caballo Dorado tradujo al español para convertir en un verdadero hit, la rola que sin importar que revive una fiesta y pone a toda las personas, sin importar edad, genero, nivel sociocultural a bailar.
El mismo efecto tiene Payaso de Rodeo, que parece una copia de la otra, solo que en una versión más rapidad.