Notas Random

Indiscreciones en el momento menos oportuno

Alguna vez te ha pasado que le cuentas algo a alguien, y en el momento menos oportuno, cuando menos tienen que decirlo terminan comentando esa anécdota, chisme o indiscreciones en el momento menos oportuno, ¿te ha pasado?, ¿conoces el sentimiento?

A mí sí, más veces de las que me gustaría admitir.

Bien afortunadamente no tengo novia, ay, eso no era lo que quería decir, pero creo que entendieron, si bien nunca nadie ha dicho algo indebido o me han balconeado frente a mi galán, me ha pasado muchas veces que a uno de mis amigos, o más comúnmente a mi hermano, se le sale decir algo sin pensar que eso que le comente de forma privada, era únicamente algo que él debía escuchar, entonces termina siendo de dominio público, claro, tampoco es que yo tenga grandes secretos inconfesables, bueno, si los tengo, pero esos solo una persona en este mundo los sabe y tuve que acabar con ella, no mentira, la única persona que sabe esas cosas inconfesables soy yo y no pienso abrir la boca, digo, si comentando algo tan bobo como “oye René, el veterinario de Chuleta esta guapísimo”, esa información súper X, súper intrascendente que no debía pasar de una risa X, termina convirtiéndose en chisme de primera plana.

Créanme, si yo quisiera que se supiera eso y lo hermoso que me parece su veterinario, créanme, haría un post que se llamará “tengo un crush con el veterinario de mi perro” o “estoy secretamente enamorada del vet de Chuleta”, pero como no es así, no quiero que la gente se entere y no piense que solo ando viendo quien me gusta, pues solo fue un comentario casual, que casualmente se me salió con la persona menos indicada, de esas personas que todo lo que les dices termina en primera plana del newsletter familiar.

Supongo entonces que fue mi culpa y no debí haber dicho nada y simplemente eso sería una de las cosas que uno piensa y ya, porque de lo contrario cuando menos lo esperas esas indiscreciones son contadas en el momento menos oportuno.

¡Qué fregados!, acaso tengo que terminar todas mis conversaciones diciendo “no le vayas a contar a nadie”, acaso tengo que asumir y presumir que todo lo que diga será usado en mi contra y siempre tengo que protegerme diciendo “eso es extra oficial y negare haberlo dicho”, en serio, por favor díganme si tengo que hacerlo para tomar precauciones o finalmente no contarle nada a nadie que sea susceptible de divulgarse.

Aclaro, mi postura frente a la información siempre ha sido abierta, es más, creo ser una persona con una vida privada muy publica y no porque me persigan paparazis, sino porque yo solita hablo de mi vida personal con el altavoz que me provee este sitio; pero aun así, por dios, hay cosas que no se dicen, hay cosas que por sentido común cuando alguien te las platica no las dices nunca.

Y yo soy de esas personas que todo, oh bueno, casi todo, lo considero como un secreto de confesión y nunca ando contando, oye me contaron aquello, o supe esto, como ves, noooooooooooo, ni siquiera para hacer conversación o romper el hielo; la información o las pláticas que he tenido no las ando ventilando o conversando con los demás, entonces porque los demás si lo hacen, ¿Qué onda?

En serio, gracias por contar algo que se suponía era privado, intrascendental pero privado, ahora lo único que le falta a René es que se le salga frente al veterinario, y así como es, puede ser que se le salga y me diga, ¿él no sabía?

Hey, propongo que se haga un premio para todas esas personas que se les escapa información confidencial, con indiscreciones en el momento menos oportuno, un aplauso por favor a todas esas personas que hacen de la información, una nueva forma de entretenimiento.

Nada más feliz que alguien te balconee uno de tus comentarios solo por hacer platica, en serio, ¡gracias!, finaliza el sarcasmo.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com