Hay que ocultar la evidencia, ahora mismo
Me siento como en una de esas películas ochenteras americanas en las que los padres se van un fin de semana y el hijo, el estúpido hijo planea una pequeña reunión con los amigos, lo que se termina convirtiendo en un caos, la casa está destruida, la vajilla china de mama fue hecha mil pedazos, existen cosas de dudosa procedencia en la cama de la recamara principal; vestigios de una noche épica, divertida, alocada, caótica que se convertirán en un arresto domiciliario de tu parte, mmmmm, esperen, eso suena a la película Proyecto X y no fue de los ochentas, pero esto no es una película y me acaba de pasar.
¡Rayos!
Saben que es lo peor, que no di ninguna fiesta, nooooooooo, he pasado toda la mañana de este viernes limpiando, arreglando, lavando, moviendo los muebles, escondiendo evidencia y haciendo todo lo que sucede la mañana después de esa épica fiesta para que cuando regresen mis padres no se den cuenta de lo sucedido y no me expulsen de la casa, mmmmmm, esperen, expulsarme sería algo maravilloso en comparación con la tortura psicológica a la que seré sometida si descubren lo que paso.
Oigan, de verdad, sus regaños son peores que las torturas más terribles de medio oriente, no estoy exagerando, mi madre y mi padre, pueden ser, mmmmm, digámoslo de manera entendible, pueden ser muy terribles cuando se trata de destrucción de su propiedad, así que tengo casi 4 horas haciendo que este lugar quede impecable, supongo que mejor de que antes que salieran esta mañana. Carajo, ahora tengo que pasar otras 2 horas haciendo que no luzca mejor que como esta mañana, antes que se fueran.
Seguro se están preguntado que por qué no los invite a esa decadente fiesta, o sea, yo muerta de miedo tratando de evitar una alerta nuclear por lo que le paso a la casa y ustedes, solo me reclaman que no los allá invitado a destruir mi casa. ¡Chale!
Déjenme decirles que no hubo ninguna fiesta, o sea hello, ninguna fiesta que se llame decente comienza en viernes a las 8:30 am y termina a las 10 am, ninguna, ni en un mundo paralelo y más bien lo que paso fue que Roxy, mi nueva cachorra se despertó temprano o más bien mi hermano la dejo libre por toda la casa para destruirla, romper los muebles, sacar la basura, rasgar las sillas, ensuciar la casa y hacer sus gracias por todos lados, principalmente donde no debía; un perro loco sin supervisión la receta perfecta para el caos. Lo peor es que mi hermano se fue a trabajar a su estudio, él y yo hacemos home office y cuando me parea a las 10 am, me culpo literalmente de todo lo que paso en la casa, FUE MI CULPA y sin su ayuda me tuve que poner a tratar de que pareciera que en esta casa no hubo ningún tornado categoría Roxy.
Me sentí toda la mañana como en esas películas, en las que limpiaba y me iba corriendo al centro de la ciudad a comprar nueva vajilla china para que nadie se diera cuenta; supongo que sería más fácil y digno de confianza confesar lo que paso, pero mejor les ahorro el disgusto a mis padres y dejo todo este lugar igual que como estaba hoy a las 8:29 am.
He ocultado toda la evidencia, no hay nada que pueda delatarme, solo un pequeño desperfecto que no pude reparar, porque todo lo demás ya fue lavado 3 veces y secado vía centrifuga para eliminar cualquier rastro de mugre, solo me falto un pequeño desperfecto pero voy a tener que recurrir a mi última estratagema para deshacerme de toda la evidencia.
Aunque ahora que lo pienso es muy, MUY estúpido hacer un post y subirlo a mi blog con toda la crónica de la destrucción de mi casa y las artimañas que tuve que hacer para eludir cualquier culpabilidad o responsabilidad.
Maldita sea, tengo que deshacerme del cuerpo, digo la evidencia o sea este post, menos mal que mi familia nunca entra a leerlo, menos mal.