No hagas contacto visual en el metro
¿Alguna vez te has encontrado en una situación incómoda en el metro? ¡Seguro que sí! Y es que el metro puede ser un lugar lleno de situaciones extrañas y divertidas. Una de las reglas no escritas más importantes del metro es: ¡no hagas contacto visual! ¿Por qué? Porque si lo haces, te arriesgas a encontrarte con miradas fijas, conversaciones incómodas e incluso a que te pidan dinero.
El arte de mirar al vacío
En el metro, lo mejor que puedes hacer es mirar al vacío. Sí, es una habilidad que se aprende con el tiempo, pero una vez que la dominas, te ahorrarás muchos momentos incómodos. Mira fijamente a la publicidad en las paredes, al suelo o incluso al techo, pero evita a toda costa hacer contacto visual con otros pasajeros. ¡Es la clave para sobrevivir en el metro!
Evita conversaciones no deseadas
Si haces contacto visual en el metro, te arriesgas a que alguien se acerque a ti y te hable. Y lo peor de todo es que esas conversaciones suelen ser totalmente innecesarias y a veces hasta un poco perturbadoras. Así que recuerda, mantén la mirada al vacío y evita a toda costa entablar conversaciones con extraños en el metro. ¡Tu cordura te lo agradecerá!
El peligro de los mendigos
Otro motivo por el que no debes hacer contacto visual en el metro son los mendigos. Si les miras a los ojos, es muy probable que te pidan dinero o que intenten venderte algo. Y créeme, una vez que te han fichado, será difícil librarte de ellos. Así que recuerda, mantén la mirada al vacío y evita a toda costa a los mendigos en el metro. ¡Tu cartera te lo agradecerá!
La incomodidad de las miradas fijas
Hacer contacto visual en el metro también puede llevarte a encontrarte con miradas fijas. Y créeme, no hay nada más incómodo que estar en un vagón lleno de gente y sentir que alguien te está mirando fijamente. Así que recuerda, mantén la mirada al vacío y evita a toda costa las miradas fijas en el metro. ¡Tu tranquilidad te lo agradecerá!
Hacer contacto visual en el metro puede llevarte a situaciones incómodas y perturbadoras. Así que recuerda, mantén la mirada al vacío, evita conversaciones no deseadas, a los mendigos y las miradas fijas. ¡Y así podrás disfrutar de un viaje en metro sin sobresaltos!