Filosofando

¡Gracias!

Una palabra mágica que abre puertas y demuestra educación, pero no sólo eso, agradecer de corazón algo, dice mucho acerca de la naturaleza de las personas.
Agradecer con el corazón debería ser parte de nuestra vida, pero normalmente no lo hacemos, ¿por qué?

Si bien podemos ser corteses y agradecer cosas básicas o ayuda de las personas con las que nos topamos, a veces olvidamos agradecer a las personas importantes de nuestra vida, esos detalles que hacen la diferencia; agradecer debería ser tan común, como cuando damos gracias a un desconocido.

Gracias, gracias, gracias, pero gracias que significan algo y no gracias que se vuelven superficiales y huecas.

La gratitud es un gran valor que deberíamos inculcar en nosotros mismos de una forma más importante, una palabra que no debería ser tan rara en nuestro vocabulario cotidiano.

Pero bien, el motivo por el cual hoy estoy hablando de las gracias, es porque últimamente escucho mucho esa palabra, Gracias Yes, gracias Yes, gracias, gracias, gracias, gracias. Esperen, en vez de darme las gracias deberían pagarme honorarios, jajajajajajaja, no es cierto, de verdad que para mí esas gracias sinceras de corazón, valen más que cualquier pago.

Y tanto las he escuchado que ahora yo no puedo parar de agradecer a las personas que son importantes en mi vida y quiero darle gracias a todos.

¡Gracias!

Una palabra que escucho mucho, pero no de forma vacía, una palabra que siento con un gran significado cada que alguien me agradece algo y eso me hizo pensar en este concepto, la gratitud, uno de los valores que en estos tiempos se está perdiendo por completo, si bien algunos incorporan a su lenguaje diaria: por favor, con permiso y gracias, decirlas no significa que sean reales u honestas.

La gratitud está siendo subvalorada, es más, para muchos es un síntoma de debilidad, de falta de carácter y hasta algo molesto, sin importar que.

Ya cada vez son menos las personas que agradecen con el corazón, una palabra con un significado para ellos, pero la buena noticia es que todavía hay personas que lo hacen y experimentar ese sentimiento es increíble; porque cada que alguien me agradece mi tiempo, mis ideas, mis palabras o la ayuda que le brinde, me da a cambio mucho más de lo que yo di en un principio. Curiosamente dando todo lo que tengo sin mirar, en vez de quedarme sin nada, término con más, término con mucha buena vibra y cariño de las personas que me rodean.

Es extraño, pero creo que nadie debería darme las gracias a mí, si no yo soy la que debe una eterna gratitud a muchas personas.

Y no quiero sonar presumida, no de verdad no, hace un par de semanas tome votos de sencillez de forma personal sin presumirlo o publicarlo, hay cosas que hago para mí, para mejorarme y creo que en el paquete de gratitud se incluye sencillez.

Pero hoy estoy sorprendida de algo, el nombre Yesica J. Flores se está haciendo cada vez más famoso, al principio sólo era Yes o hasta Yesi, pero ahora el nombre se ha extendido y ha llegado a ser Yesi J, para darme las gracias por todo y por nada, desconocidos, conocidos, amigos y cuates, todos dan las gracias. Si bien cuando escucho esas palabras sinceras me lleno de felicidad, estoy convencida que yo soy la que debe dar gracias.

Por ello cada que estoy tentada a caer bajo el pecado de vanidad y pensar en la popularidad del nombre me repito las siguientes palabras, “memento mori”, para recordarme que no soy más que una simple persona, la cual debe estar agradecida en cada manera posible.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com