Filosofando

Fuerza de voluntad CERO

Hay personas que tienen una fuerza de voluntad de acero y son capaces de sostener todo lo que dicen y nunca caer en la tentación; personas que se proponen objetivos, metas y sobre todo cumplen a cabalidad su palabra. Yo por el contrario tengo fuerza de voluntad cero, no puedo resistirme nunca a mis impulsos, nunca jamás.

Si a mi cerebro le parece una buena idea, no daña la moral o las buenas costumbres, obvio soy una chica decente, y principalmente si no daña a nadie pues entonces qué más da hacerlo, así que mi voluntad no es férrea y si me propongo un día aplicarme con la dieta, es factible que en el minuto dos ya me veas tragando dulces, si me propongo ir a la escuela de inglés a perfeccionar mi imperfecto inglés, es muy seguro que se me olvide antes de inscribirme.

Por alguna extraña razón me falta la voluntad y la fuerza necesaria para realizar esos sacrificios, no comprendo porque resulta tan difícil aplicar la fuerza de voluntad, dicen por ahí que todo lo que repites por 21 días se convirtió en un hábito y que la fuerza de voluntad solo sería utilizada durante este periodo de tiempo, ya después de convertirá en una costumbre, en un estilo de vida; pero mientras tanto, mientras llegas a ese umbral que algunos aseguran que es de 21 días que haces, sobre todo cuando tienes fama de que a la menor tentación sucumbes y te dejas llevar por los más elementales placeres de esta vida, ¿Qué haces?

Pero honestamente a que aplica la fuerza de voluntad, mmmmm, pues a los objetivos que uno persigue en esta vida, que más bien llamamos perseverancia y entonces nos queda que la fuerza de voluntad solo recurrimos a ella para deshacernos de nuestros vicios y malos hábitos, como fumar, beber, holgazanería, glotonería y otros vicios, así como malas compañías. Lo malo es que todas esas actividades lúdicas negativas no son buenas para ti, tu figura, tu salud.

Resistirse, o no resistirse, puede parecer muy simple negarse a comer un dulce, o algo que no esté en la dieta, pero en la práctica resulta tan complicado y más cuando alguien insistentemente te dice, “una probadita no es nada”.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com

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