Felicítenme por otra cosa por favor, no por ser mujer
En un mundo donde las etiquetas y los estereotipos a menudo dictan cómo nos perciben, muchas mujeres han escuchado frases como “¡Qué bien que eres mujer!” en momentos que preferirían un «Felicítenme por otra cosa». A veces, celebrar nuestra feminidad puede sentirse como un recordatorio de lo que se espera de nosotras, y no del verdadero valor que aportamos a la sociedad. Veamos de manera divertida cómo tomar esas expresiones en una dirección más positiva y única.
La vida más allá de ser mujer
Cuando una mujer se encuentra en una ocasión especial, ya sea cumpliendo años, logrando un ascenso o simplemente disfrutando de un día de campo, no quiere que la frase que encabece las felicitaciones sea únicamente “¡Felicidades, eres mujer!”. Es momento de exigir que la conversación se enfoque en las contribuciones individuales. En lugar de una palmada en la espalda por ser parte de un grupo, podríamos pedir:
- Felicítenme por mis logros laborales.
- Felicítenme por ese delicioso platillo que preparé.
- Felicítenme por haber superado ese reto de fitness.
Todo esto resalta que, detrás de la mujer, hay un ser humano con sueños, metas y gustos que no son exclusivamente de género.
El poder de la autoafirmación
No hay nada de malo en apreciar ser mujer, pero sería aún más enriquecedor que nos celebraran por nuestras habilidades y personalidades. Este recordatorio nos empodera a todas. En lugar de la típica insistencia por nuestra condición, podemos tomar el control de la narrativa:
- “Felicítenme por ser una gran amiga.”
- “Felicítenme por sacar adelante mis proyectos con pasión.”
Esto no solo cambia el enfoque, sino que también ayuda a romper con la noción de que nuestra identidad como mujeres es lo más relevante que tenemos.
Humor y celebración
Digamos que en lugar de responder con seriedad a un cumplido cliché, decidamos llevarlo al terreno del humor. ¡Después de todo, reírse es una excelente manera de lidiar con lo que no se puede cambiar! Imagina decir:
- “¡Felicítenme por ser la reina del karaoke!”
- “¡Felicítenme por sobrevivir un lunes sin café!”
Usar el humor permite confrontar la situación, al tiempo que se crea un ambiente relajado y divertido. En vez de un cumplido estereotipado, podemos transformar la conversación en algo genuinamente alegre.
La originalidad importa
Seamos sinceras, no hay ninguna fórmula mágica que diga que nuestras celebraciones deben seguir un guion preestablecido. Si quieres que te feliciten por otra cosa, lanza la invitación a que lo hagan con originalidad. Puedes hacer un juego en el que tus amigos y familiares deban cumplir con una pequeña lista de razones para celebrar contigo, como:
- “Felicítenme por mi sentido del humor.”
- “Felicítenme por esa vez que hice reír a todos en la reunión.”
Así, no solo se alejan de lo común, sino que también despiertan la creatividad y la conexión entre los presentes.
Es esencial recordar que no necesitamos ser definidas por nuestras características de género ni ser el centro de un homenaje solo por ser mujeres. Al decir “Felicítenme por otra cosa”, estamos exigiendo respeto, reconocimiento y celebraciones que realmente reflejen quiénes somos. Porque, al final, cada una de nosotras tiene un universo infinito de logros y cualidades que merecen ser aplaudidos más allá de la simple etiqueta de género. ¡Así que a celebrar como se debe!