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Extravagancias de los blogueros

No existe en el mundo algo que me cause más placer que hablar de mí. JAJAJAJAJAJA. No, no es cierto; bueno no es del todo cierto JAJAJAJAJA.

Han oído del dicho popular “Curarse en salud” pues esa es mi pretensión de hoy. Que de alguna forma al conocerme y exponer al escrutinio público mis debilidades y peculiaridades, ustedes vorágines de los medios no sean tan mortíferos ante mis letras, mi falta de juicio o mi inexperiencia “reporterística”.

Voy a poner bajo la lupa todas mis deficiencias mentales y rarezas humanas.
Como dice la popular canción de Shakira –Inevitable- “Siempre supe que es mejor cuando hay hablar de dos, empezar por uno mismo”

Extravagancias de los blogueros

Para empezar, me gusta hablar de mí, ¿Quién expondría sus debilidades, particularidades y estilo de vida antes millones –OK, cientos, bueno decenas–?, RESPUESTA más que evidente: solo alguien muy egocéntrico como yo, y sobre todo medio loco.
Es que realmente me gusta mucho comunicarme y comunicar a mí forma, con mi sello y esencia las cosas como yo las veo: Graciosas e irónicas, acaso hay otra forma de hacerlo.

Estará mal confesarlo, pero mi formación en letras viene empíricamente de lo que aprendo día con día. Un consejo si quieren escribir, aprendan de la buena manera y vayan a tomar un curso, de lo contrario fórmense, cayéndose, cayéndose y cayéndose. A pesar de lo que dice Oscar Wilde sobre las reglas de escribir “No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.”, es mejor aprender como Dios manda.

Además de ser muy necia, loca, rejega y rebelde. Soy muy susceptible a la modulación de la voz; si me quieres decir algo bueno o malo, tienes que tener mucho cuidado con tu entonación, porque puede desatar mi furia si lo haces mal, ó puedo escuchar atentamente como una niña obediente. Todo depende de cómo lo digas, más que lo que digas. Porque a pesar de que puedo ser muy dócil y cooperativa, no me gusta para nada que las personas cuestionen mis decisiones de vida o hagan juicios morales sobre mi estilo de vida.

Y no es que tenga una vida espantosa, o mal vivida. Al contrario, me considero una ciudadana ejemplar, recta, en pocas palabras ñoña. No tomo ni alcohol, café o siquiera refrescos, no fumo y hago mucho ejercicio, vivo con mis padres, y trabajo todo el día. OBVIO, me gusta más perder el tiempo. Pero también tengo pequeños detallitos, pequeños vicios que hacen que la gente me quiera estrangular y tengan ganas de sermonearme durante horas.

Para empezar soy obsesiva-compulsiva un trastorno muy común entre la gente exitosa (JAJAJAJAJA), que me hace tener comportamientos muy extremos como por ejemplo ir 5 horas al gym de lunes a sábado.
Como les decía no todo lo que hago es color de rosas, básicamente al ser una deportista de alto rendimiento trago como un puerquito loco o pelón de hospicio, dejando a los demás habitantes de mi casa hambrientos.
Me gusta comerme solo la parte de arriba de las conchas, pues el azuquitar; pero es porque soy hipoglucemica EH y tengo una fijación con el azúcar. También me gusta comerme las orillas del pan de caja. Así que abro el paquete de pan y le quito a todo el contenido la corteza y lo vuelvo a meter a su bolsa. Comprometiendo toda la integridad del sándwich JAJAJAJAJA, si, si todos se enojan cuando van a preparase su sándwich.

Me gusta dormirme en la cama de mi hermano, pero es porque el tiene una pantallota de tele en su cuarto, lo malo es cuando llega a su cuarto a quererse dormir y yo ya estoy megajetona y babeando sus almohadas.

En las tiendas de autoservicio me gusta ir a la sección de pastelería para agarrar una rebanada de pastel e írmela comiendo mientras hago las compras, para luego ir a los dulces tomar un chocolate Lindtt e igual comérmelo todito y al llegar a las cajas tomar una botella de refresco ó agua. No entiendo porque todos me ven como si esto fuera una abominación, caramba lo voy a pagar y al fin de cuentas su destino era que me lo comiera a corto plazo en cualquier lugar.

Tampoco me gusta estar en lugares donde allá mucha gente, no soportó las multitudes ni que invadan mi espacio personal. Todos tienen que dejar mi área segura de un 1m de radio.

Pero no soy la única extraña, este mundo esta lleno de orates que también tienen comportamientos extraños. El otro día que estaba regresando a mi casa del gym por la mañana para bañarme (es que no me gusta bañarme en él, no lo creerán pero no me gusta nadita estar en el baño sin ropa donde todas me puedan ver, DONDE ESTÁ EL PUDOR me da pena) por Ermita una Señora estaba cruzando la calle con su perro, ya sé, una señora cruzando la calle con su perro no es nada del otro mundo; pero es que la señora le estaba dando la mano al perrito y el perrito estaba en dos patas caminando por la calle. Parecía una señora con un hijo muy feo si no ponías atención.

Y no solo esta la señora con su perro, este mundo esta lleno de extraños como tú y como yo.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com