Ese momento en el que todos tus amigos se casan
Y te das cuentas, que todos siguen con su vida, pero aquí viene la pregunta ¿qué es seguir con tu vida?, lo mismo sucede con la pregunta ¿qué es el éxito?, ¿qué es ser feliz?, ¿qué es ser pleno?, y la respuesta a estas preguntas no es ambigua, pero si es particular y cada persona define de acuerdo a lo que considera feliz, pleno, ideal, éxito y seguir con la vida, lo que cree que es precisamente ser feliz, pleno, ideal, éxito y seguir con la vida, ok, tal vez parezca que no dije nada y solo repetí un montón de palabras, pero si lees con atención entenderás mi punto. La respuesta a esas preguntas, siempre es personal y para mi éxito, seguir con mi vida, madurar y ser feliz, tal vez para mí sea eso que ya estoy haciendo ahora, ser como soy ahora, tener mis hobbies, tener mi profesión y hacer esas cosas que me gustan.
Por eso siempre he pensado que los estereotipos de cómo debemos vivir la vida, debemos desecharlos y cada quien puede hacer con su pinche trasero lo que se le dé la gana, y ser feliz en ese proceso, dejando de lado las presiones sociales por casarse, sentar cabeza, formar una familia y tener un hijo; que esas presiones en los adultos jóvenes, los adultos treintones y los adultos cuarentones, esas presiones hacen reaccionar a las personas de forma inadecuada y por eso vemos en muchos lados, leemos mucho en internet y escuchamos mucho a los solteros burlarse en un plan macabro de la vida en familia, además de que se burlan de las decisiones de esas personas, mujeres y hombres casados, que según los solteros tienen problemas tan pendejos como “hacer la tarea” o esas cosas, que simplemente resulta aburrido relacionarse con personas que siguieron con su vida, que sentaron cabeza; pero secretamente todo soltero anhela, aunque sea un poco ese tipo de caos y es en ese momento en el que todos tus amigos se casan, que te comienzas a preguntar si hiciste bien en postergar esa vida marital y familiar que no parece ser muy llamativa, no obstante, todos lo están haciendo, tal vez tú también deberías hacerlo.
En ese momento no solo es la presión social contra ti, sino algo en tu interior que comienza a decirte, tal vez yo debería hacer, tal vez yo debería tener una familia, tal vez debería tener una camioneta familiar, un par de niños, un par de perros, muchas cuentas, tardes familiares de peleas y gritos y todas esas pendejadas clásicas de una vida conyugal.
Ese momento en el que todos tus amigos se casan, en el que te das cuenta de que la edad está llegando, que no te haces más joven, que tus ligues, romances, noviazgos pasados, todos ya están casados y son felices, es ese el justo y preciso momento en el que comienza la crisis de la etapa adulta, ese momento en la vida en el que te preguntas tantas cosas sobre la vida, madurar, evolucionar y lo que se espera de ti.
Y es ese preciso momento, ese momento en el que todos tus amigos se casan, que comienzas a preguntarte que pedo con tu vida, ya no solo es tu tía y tu abuelita insistiendo con la cuestión ¿y tú pa cuándo?, ahora eres tú pensándolo y tratando de descifrar si no te has boicoteado y postergado lo que se espera de ti.
Pero una vez escucha que el amor es lo que nos repetimos compulsivamente hasta que llegamos a la edad reproductiva, para no suicidarnos antes de reproducirnos, cosa que hará que se mantenga nuestra especie. Entonces el amor y la vida marital únicamente es un fin reproductivo, ¿será?
Por otro lado, no porque todos se casen, yo lo tengo que hacer, diría mi mamá: si todos se tiran de un pozo, ¿tú también lo vas a hacer?, mmmmm, creo que mala analogía, mmmmm, ¿o no?
Supongo que todo este debate solo serán dudas perpetuas en un mundo de especulaciones y cada quien traza lo que es la madurez y la etapa adulta de su vida, si bien todos esperan de ese momento de la vida, estabilidad económica, un auto, casa y familia; tal vez, solo tal vez, también lo pueda ser una etapa madura en la que trabajas, eres feliz y viajas por el mundo descubriéndote.
Puede ser, ¿no?, pero todo lo que pensabas que es, deja de serlo en ese momento en el que todos tus amigos se casan y te quedas solo, para contemplar en todo su esplendor la vida en familia. O será como dicen por ahí, cuando estás soltero solo ves parejas felices y cuando estás en pareja, solo ves solteros felices. Tal vez esa sea nuestra naturaleza, querer lo que no tenemos.
Sin embargo, definitivamente lo que no pudo hacer la presión social de familiares, amigos y conocidos con la clásica pregunta y ¿tú cuándo?, en el momento en el que todos siguen con su vida o hacen su vida, es ese el momento en el que te preguntas por todas tus decisiones y elecciones.
Y es que hay que aceptarlo, secretamente todos los solteros treintones del mundo, sentimos algo de envidia, nostalgia y anhelo por esas personas que tienen una vida familiar, con sus beneficios y hasta anhelo nos da ver sus peleas familiares y todas sus complicaciones . Y por un momento esa envidia se convierte en tristeza, una tan profunda que solo se puede llorar en voz baja, pensando todas esas cosas que te estás perdiendo.
Y si, la neta hay que aceptarlo, seguro los solteros de veintitantos el hecho de pensar en la vida familiar la casa, hijos, hipotecas, pagos, vacaciones, exámenes, tareas y demás los hace hiperventilarse y sentirse asfixiados, pero cuando llegas a los 30 y llega ese momento en el que todos tus amigos comienzan a casarse, a seguir con sus vidas, a madurar y ser felices con la vida familiar en casa, con los hijos, felices pagando hipoteca, las cuentas, planeando vacaciones, ayudando con la tarea, teniendo esos típicos conflictos familiares, gritos y discusiones, secretamente los solteros treintones sentimos algo de envidia, porque se nos ha vendido la idea de que esa estabilidad es deseable y lo que se espera de cierta etapa.
Así que veo a mis amigos, conocidos y gente contemporánea y hasta más joven formar una familia y siento tristeza, pero luego me acuerdo que soy yo y se me pasa.
Lo mismo siento yo. Despues se me pasa😂😂
Asi es la vida.