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Enseñar carne

Te has fijado que no solo es moda, sino algo deseable, algo que se inculca a todos desde que son chiquitos; hasta parece algo cultural; obvio de una cultura frívola y superficial en la que nuevas generaciones se preocupan más por la forma, que por el fondo. Es decir, tenemos jóvenes individuos que están más preocupados por lucir bien y demostrarlo, que por otras cosas. Si bien esto no es nuevo, siempre han habido personas de este tipo, ahora ya es cultural. Irónico ¿no?, se hizo cultura lo opuesto a la cultura.

Supongo que son los tiempos extravagantes del mundo al revés donde vivimos, que ahora son más importantes y deseables en nuestra sociedad la personas “bonitas”, que además se encargan de presumirlo, porque vivimos en la era de enseñar carne y ahora desde los niños hasta los viejitos, todos enseñan carne y entre más enseñen mejor, a veces miserias, a veces no, pero todos enseñan eso que tienen.

De verdad, vivimos en la era de enseñar carne, y es ya tan común ver a niñas y niños tan pequeños enseñando su cuerpo, sexualizandose desde pequeños; que de verdad asusta ese vistazo a como se ha modificado la infancia y la adolescencia, para suprimir esas etapas tan divertidas de la vida, para convertir a niños y adolescentes en mini adultos que siempre pretenden, que tratan y emulan lucir como adultos. Desde su comportamiento hasta su vestimenta en la que enseñar carne, no solo es deseable o una moda, sino que hora se ha convertido en su identidad.

Irónico no, enseñar carne, enseñar el cuerpo, presumir curvas y traer poca ropa es lo que niños y viejitos están haciendo.

Aunque bueno, tampoco digo que nos cubramos todo el cuerpo y regresemos 70 u 80 años en el tiempo hacia atrás, en los que incluso enseñar los talones era malo.

Pero tal vez, solo tal vez, en vez de vivir en los extremos, es decir enseñar todo o lo más que se pueda o estar totalmente cubiertos; que acaso no podríamos encontrar un punto medio entre esos opuestos, o por lo menos saber cómo, cuándo, dónde y qué se puede enseñar.

Es una idea, y claro, también habría que tener estilo para crecer y entender que los pequeños deben ser niños y los viejitos obvio, viejitos; no es que yo sea radical, pero pues los viejitos tampoco deberían andar enseñando carne.

Aunque bueno, finalmente cada quien puede vestirse como quiera y enseñar el nivel de carne o cuerpo que le dé la fregada gana. Sin embargo ese pensamiento me trae un extraño recuerdo de mis últimas vacaciones en el Caribe, porque todas las viejitas estaban vestidas con muy, muy, pero muy poca tela.

Y bueno en esto de enseñar carne, supongo que hay que tener congruencia, finalmente cada quien hace con su culo un papalote, en este caso literal; pero eso sí, hay que tener congruencia.
Digo, esas personas que son exhibicionistas, sobre todo mujeres, si van a enseñar carne pues que sean congruentes, y esto lo digo porque hay chavas, señoras, etc, que siempre andan en diminuta ropa pero no quieren que las vean.

¿Es en serio?
Andan enseñando todo y no quieren que las vean, según yo, ese era el punto de casi no vestirse, presumirle al mundo esas curvas. Pero muchas mujeres no son congruentes y de manera selectiva solo quieren que algunas personas vean y otras no, ¿en serio?

Y también están las otras chavas, esas que un día enseñan todo su lindo cuerpecito, y se van por ejemplo al gym en top y hot shorts y andan súper sexys y al día siguiente van en pans largos y una playera embarrada que por el movimiento se les sube, pero les da pena enseñar algo de su torso.

¿En serio?, si ayer se vio mucho más y andaba orgullosa de hacerlo, ahora resulta que le da pena que se le suba tantito la playera. No sé qué pienses tú, pero ¿dónde está la congruencia de enseñar carne?, hoy si pero mañana no y el viernes de nuevo sí.

Bueno, supongo que todos están en su derecho de decidir cuándo si y cuando no enseñar carne, pero estoy convencida que las personas deberían ser congruentes con las cosas que dicen, hacen y piensan. Y si les gusta enseñar carne, pues total, mejor para nosotros los que observamos.

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