Alguna vez te has puesto a pensar en ese tiempo extraño en el que te conviertes en un monstruo salido de la literatura gótica de 1886, sí, hablo del Señor Hyde, ese personaje extraño y maligno que atacaba por las noches en las oscuras calles de Londres; pero ese personaje no se quedó atrapado en ese siglo, en las letras de Robert Louis Stevenson, voy a decir sin exagerar que en la actualidad ese no es un personaje de los libros, sino un padecimiento moderno que todos podemos experimentar cuando menos lo imaginas, esa transformación extraña para convertirnos en un ser malvado, mortal, letal, cruel, sanguinario y repito, malvado, capaz de destripar a quien sea en tiempo record.
Supongo que ahora es común experimentar esa transformación, y si no sufres ese cambio, te pasa algo similar convirtiéndote en el hombre o la mujer verde, suena gracioso pensar en nosotros como un personaje iracundo de la Marvel Comic, es más, hasta de moda esta ser el Hulk; pero cuando te estas transformando en ese personaje verde, el monstruo de los ojos verdes, cuyo simbolismo se puede rastrear a cosas más tenebrosas, cuando eres Hulk puedes destruir todo lo que te rodea, cuando te enojas mucho y todo lo que está cerca de ti, todo lo que quieres es destruido, porque simplemente cuando eres Hulk, dejas de pensar y solo actúas en base a la ira que alimenta tus actos y acciones; como un poderoso motor que se alimenta de más enojo hasta que consume todo lo que hay a su alrededor.
Además, es curioso, las personas más tranquilas y las que casi nunca demuestran esas emociones de enojo, son las que más fácilmente llegan a una transformación del tipo Hulk o el señor Hyde.
Somos los callados, los tranquilos, los serios, aquellos que podemos pasar a ese nivel de ira desastrosa e increíble en un solo paso, los demás que siempre alardean de mal genio, esos son como los perros que ladran pero no muerden; hay que tener cuidado de las personas tranquilas, esas que observan, que analizan y saben el punto débil de cada persona, su talón de Aquiles; porque cuando haces enojar a alguien tranquilo, cuando conviertes a una persona callada en el hombre verde cuidado, porque va a ser letal y con puntos certeros, lógicos e irrefutables ataca duro y a la yugular.
Que claro, hacer enojar a alguien tranquilo requiere mucho, pero mucho, pero si logras enfurecer a esa persona, CUIDADO Y CORRE POR TU VIDA.
Supongo que entonces la clave para no enojarse, es estar enojado siempre, mmmmm, bueno, creo que dejaré de citar frases de cine para enfocarme en este tema de la ira, el enojo y ese horrible momento, destructivo caos, que da lugar a nuevos comienzos, supongo que el Joker tiene razón y el caos crea orden, así pasa cuando te enojas mucho, ese momento de ira puede darte claridad, puede darte una completa comprensión de tus sentimientos; pero claro, la persona que experimenta tu enojo seguro opinará algo diferente.
Bien, ahora hablare de mí, ya partí de lo general a lo particular, y hoy estoy reflexionando mi explosión más reciente, me convertí en la mujer verde por un par de días, porque alguien me hizo estallar en una ira nunca antes vista, o hacía mucho tiempo que no lo hacía, porque no me gusta esa persona en la que me convirtió, no me gusta ser Hulk, sobre todo después de que pienso en lo que dije o hice, no porque no sea cierto, normalmente solo digo cosas objetivas, sino me arrepiento de ser tan ruda, tan letal.
Por ello siempre prefiero ser tranquila, pacifica, es más, a veces prefiero la elegante indiferencia y batear a las personas con elegancia, porque de esa manera no las ofendo, no porque no lo merezcan o no, sino ser esa persona, es mal karma y prefiero pensar de forma pacífica y dialogar con esas emociones; así que mi estrategia siempre es retirarme y no decir nada cuando estoy muy enojada, yo y los demás lo aprecian, pero solo lo aprecian después de haberme visto en furia, para comprender que siempre es mejor mi versión callada.
Cuando me enojo mucho, puedo ser un ser odioso, alguien que ataca de forma letal y voy directo a aquellas cosas que duelen; mientras el hombre verde destruye todo y el Señor Hyde mata sanguinariamente, yo me vuelvo fría y ataco directo en donde le duele a una persona. Suelo ser observadora y descubrir las fibras más sensibles de una persona muy rápido, puedo ser tan cálida y humana como letal y sanguinaria cuando se trata de lastimar los sentimientos más profundos de una persona.
Pero eso solo pasa cuando me hacen enojar mucho, en niveles nunca antes vistos, antes de eso, prefiero callar y dejar pasar las cosas.
¿Alguna vez te ha pasado?, experimentar una ira tan grande que vas a explotar como bomba nuclear cuando te enojas mucho, ¿te ha pasado?
Seguro que sí, todos nos enojamos y experimentas esos poderosos sentimientos, los manejamos diferente y algunos usan tácticas zen o de yoga para controlarlas y reprimirlas, pero a veces simplemente es imposible y terminas limpiando todo lo que destruiste a tu paso cuando te enojaste.
Qué opinas, ¿qué es mejor, callar o explotar?