Ícono del sitio El Blog de Yes

El valor que necesitamos para hacer las cosas

Dar por hecho algo

Dar por hecho algo

Parecerá inercia, o el mecanismo propio de la vida, cada una de las cosas que hacemos; sin embargo, detrás de cada acción, sin importar lo pequeña que esta sea, detrás de ella hay una gran energía que nos puso en marcha, algo que nos da valor y nos hace realizar esas pequeñas o grandes acciones diarias.

Bien, tal vez cosas rutinarias, sobre todo las que son del tipo fisiológicas, esas podrían catalogarse como mecánicas, aunque incluso beber agua, comer o hasta respirar, todas esas acciones también son una reacción en cadena de complejos procesos mentales, aunque de entrada no te parezca así.

Alguna vez te has preguntado, ¿por qué haces las cosas?, ¿qué es lo que te movió o impulso para hacerlo?, sí, ya sabes, algo tan básico como tomar el teléfono y marcarle a una persona, puede ser, que el interés por esa persona sea mucho del combustible, pero que me dices del valor, ese valor que tuvo tomar el teléfono para llamarle sin entrar en pánico o colgar, ¿lo has pensado?

Cada cosa que haces requiere que tengas cierto valor y confianza en ti.

Eso hace que sea muy interesante preguntarnos ¿por qué hacemos las cosas?, y lo más interesante, ¿cómo y por qué las hacemos?

Y si nunca te lo has preguntado, no te culpo o te juzgo, ya que muchas de las cosas que hacemos terminan pareciéndonos tareas autómatas, o así podría pensarse, restándole valor al valor que hay detrás de dicha acción.

Tal vez ir por un helado para calmar el calor no sea algo trascendental, tal vez tirar la basura cuando pasa el camión no sea una acción digna de un análisis filosófico; pero incluso detrás de estas acciones, ellas encierran valor y confianza.

Si, de verdad, hay valor en esas acciones, claro, unas tienes más que otras; pero todo lo que hacemos, cada cosa en la que participamos, encierra un valor.

Esto es muy claro con las personas tímidas o introvertidas, quienes tienen que condensar todo su valor para poder hacer esas cosas. Lo sé por experiencia y cuando era muy joven, cualquier cosa que hacía requería que respirara profundo, contara hasta 10, y no para calmarme, sino para agarrar todo ese valor y hacer algo que podría parecer tan insignificante como hablar.

Tirar la basura en pijama a medio día, una cosa que podría parecer irrelevante, pero si lo analizas, incluso eso nos habla sobre el valor; así sucede con cada cosa que realizamos, las interacciones que tenemos, los afectos que desarrollamos, todas y cada una de esas cosas, son relativas al valor.

Solo hay que pensarlo y darnos cuenta, que dentro de cada persona existe mucho valor y valentía.

Salir de la versión móvil