El Reto Crest, mi pasta de dientes favorita

La verdadera historia jamás contada de como cambie de Colgate a Crest hoy será revelada, digo, por si te tenía en ansias el saberlo, hoy descubrirás esta sorprendente historia.
Por cierto, nota al lector, este post no es patrocinado ni financiado por ninguna pasta de dientes, ningún artículo de limpieza; en pocas palabras nadie me paga por escribir esto, solo soy una entusiasta de la limpieza dental.

Bien, obvio esta es una de las 1000 mil historias del mundo que está en el top #3 de las cosas que a la gente, literalmente a todos, les vale sombrete. Digo, saber que marca de pasta de dientes prefiero o no, como me lavo los dientes, pues como que a nadie la neta le importa. Ya lo sé.
Y no es que me las de, de muy comunicativa o crea yo que soy tan importante, que las personas necesitan saber cómo es mi vida cotidiana y algo tan privado como mi higiene dental. Además, uno no va por la vida hablándoles a las personas de la pasta de dientes que usa.

MMMMM, ya me imagino si eso pasara y en los chistes ahora diría: “tiene un minuto para hablar de su pasta de dientes”, esto en verdad suena a una nueva secta mercadológica para buscar más ventas de un producto, en este caso una pasta de dientes.

Pero en mi cabeza este tema de el Reto Crest, me sigue pareciendo algo absurdo, definitivamente cual es mi pasta de dientes favoritas creo que le resulta irrelevante incluso a mi papá; pero me resulta muy curiosa esta historia de cómo se convirtió Crest en mi pasta de dientes favorita.
Es una de esas historias locas que cambia tu vida, es algo bobo, pero en la práctica cada que me lavo los dientes solo puedo pensar que si no es con mi pasta Crest, entonces no quiero nada, me pongo en huelga y no me lavo los dientes, como una chamaca en plan berrinche.

Bueno, la verdad estoy exagerando y eso de no lavarme los dientes, pues no lo puedo hacer, es más, incluso después de un snack o comer un dulce, tengo la necesidad imperante de lavar mis dientes. Si no lo hago me duelen, lo juro; y lo sé, eso de que los dientes duelan por no lavarlos suena muy loco, pero así me pasa y cuando no es con mi pasta de dientes favorita, termino llorando y sufriendo laceraciones en mi boca, obvio, cuando uso Colgate.

Y es raro, porque muchos años use Colgate, de hecho toda la vida y era la pasta de dientes que mi mamá compraba desde que era niña; conociendo a mi Mamá compraba la versión roja, la versión normal de Colgate, porque es más barata. Así que por mucho tiempo esa era mi pasta de dientes, poco a poco fue sofisticándose comprando otras versiones de la marca; pero siempre era Colgate, es más, cuando alguien más en la casa insinuaba usar Crest yo me ponía punk y lanzaba insultos al estilo “tú ni te lavas los dientes, qué opinas, déjame usar Colgate”

Así era yo defendiendo mi pasta de dientes, mmmmm, supongo que uno se hace leal a sus marcas; pero un buen día por casualidades de la vida recibí un kit completo con muchas pastas dentales de la competencia y como no iba a tirar tanto producto a la basura y ni en sueños lo iba a regalar, obvio, pues entonces decidí cambiar momentáneamente la marca que usaba; pero una vez probé Crest, una vez probé el reto Crest, la vida nunca más fue la misma.

De verdad hay marcas que cambian tu vida, y no, no quiero convencerte de que entres a un sitio y compres Crest o me compres a mi Crest, la neta no; solo digo que en esta vida si hay algo que siempre me acompaña a todos lados y siempre está en mi boca, sin albur, es Crest, para dejar mi boca fresca y lista para la acción, y sin albur, yo hablo de besos, gente mal pensada. Ahora entiendo porque lanzaron el reto Crest, están tan seguros de la superioridad de su producto, que podían hacerlo.

Solo hay que probar esta marca, para saber qué es lo que tu boca quiere y como consentirla, claro, si nunca te lavas los dientes, hasta jabón Zote sirve.