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El primer viernes 13 del año

Ok, esta entrada es del viernes, lo sé. No son tarados pero finjamos que hoy es viernes 13. Denme chance, no había podido sentarme a escribir como se debía.

No es que sea supersticiosa. Ay bueno, si lo soy a quien engaño, pero es que no esta demás ser precavida para evitar el karma y las toneladas de la mala suerte que uno puede agarrar si no se cuida.

MMMMM, karma y mala suerte, esperen un momento, no son lo mismo, bueno son lo mismo en términos prácticos, pero no se provocan por la misma causa.

¿Karma?, ¿Mala suerte?, la hora de filosofar llego.

Veamos la Wikipedia dice que el karma (en sánscrito: कर्म) sería una energía trascendente (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas. De acuerdo con las leyes del karma, cada una de las sucesivas reencarnaciones quedaría condicionada por los actos realizados en vidas anteriores.
MMMM, interesante, muy interesante. Pero que pasaría si el karma ya se harto de vernos cometer errores y en vez de esperarse a la otra vida, quiere cobrarse ahorita mismo mis malos actos; mmmm, o mi mala suerte actual es provocada por una vida pasada, como puedo hablar con el Sr. Karma para que se calme y se relaje y entienda que ya aprendí la lección, ¿cómo?


Saben que, Earl tenía razón, hay que hacer virtualmente lo imposible para evitar que venga el karma a golpearnos el trasero, aunque eso signifique hacer una lista inmensa para componer todo lo malo que he hecho y que el karma vengativo no se desquite conmigo.

Cubriendo la lista de karma, o más bien componiéndola solo me queda evitar la mala suerte.

Mala suerte, ¿qué día es de mala suerte el marte o el viernes?, ¿alguien sabe de donde surgió eso de los gatos, los espejos y contrarrestarlos con patas de conejo y tréboles de cuatro hojas? Por qué no venden en Sanborns un libro, más bien un manual para alejar a la mala suerte y atraer a la buena fortuna, mta, ni siquiera google puede darnos respuestas coherentes ante estos temas.

Aprendido karma no es lo mismo que mala suerte, esta bien, no son papas/patatas, pero habría que ahondar en la historia de las supersticiones, me pregunto, ¿por qué somos supersticiosos?, por qué tanto pavor cuando vemos un gato negro en la calle, por qué creemos que nos callo la maldición de la momia cuando rompemos un espejo o tiramos la sal en la mesa, por qué siendo personas inteligentes lógicas y muy racionales corremos despavoridos o damos la vuelta cuando vemos una escalera, todo menos pasar por una escalera.

En serio, lo más que podría suceder si pasamos bajo una escalera, sería que nos pueda caer una persona u objetos, pero no mala suerte, o tal vez si. Por si las moscas, mejor evitemos jugar con la caprichosa suerte y sigamos sus tontas reglas.

Es gracioso no lo creen, como un adulto racional, inteligente, culto y con una gran capacidad de discernimiento queda supeditado a los malos augurios, pierde la compostura y actúa como un lunático cuando se cruza con un infortunio de mala suerte.

Tal vez no sea algo tan loco y es más bien cuestión de prevenir la mala suerte, como ya lo habíamos comentado. Oigan es de sabios ahorrarse malas pasadas, sobre todo estando la economía como esta, los salarios tan bajos, el exceso de delincuencia, obras viales y anexos. Lo que menos necesitamos es cargar con 7 años de mala suerte PLUS A TODO ESO porque rompimos un espejo. Imagínense con la suerte que nos cargamos los capitalinos, sumarle avistar un gato negro o que el viernes 13 nos de en la jeta.

Para evitar esos casos es mejor no salir los viernes 13, tienen algo malo en sus entrañas, mala vibra. Pero recapitulemos como nos fue en viernes 13, obvio ya sé que es lunes 16, ¿qué acaso no saben ni en que día viven?, por dios. Pero imaginemos que es el terrible viernes 13 para escondernos bajo la cama y mirar con sospechosismos todo lo que nos ocurre.

Pues no pasa mucho, a menos claro esta que contemos que se descompuso la chapa de mi casa y no pudimos entrar hasta la una de la mañana, sin olvidar los conflictos interpersonales que sucedieron con los demás durante todo el día, pero fuera de eso no paso mucho. No gatos negros, no asesinos de mascara onda Jason, no espejos rotos, no maldiciones. Pensándolo bien, fue un buen viernes 13.

Aunque acercándose el fin del mundo según los mayas y el karma a la vuelta de la esquina, no es mala idea limpiar la conciencia.

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