Filosofando

El mejor trabajo del mundo

El otro día mientras iba caminando por esta pintoresca ciudad, mientras recorría estas calles tan peculiares que saben a smog, a garnachas callejeras, a papas a la francesa, mientras transcurría el ocaso a lo lejos pude observar muchas cosas, entre ellas al tipo con el mejor trabajo del mundo.

Y es que esta ciudad ofrece un espectáculo visual para todos aquellos que pongan atención en los detalles; ofrece entretenimiento para todos y no solo por la gran cantidad de aromas y colores que desfilan ante tus ojos, sino porque en esta ciudad todos sus habitantes tienen una historia para contar, una historia tan peculiar y asombrosa esperando a ser contada, esperando a que alguien tenga los ojos bien abiertos y los oídos libres para escuchar cuentos tan maravillosos que cualquiera que ponga atención se sorprendería, vaaaaaaaaa, que digo, solo me gusta la retórica y me encanta retratar en letras de forma poética y bella, mi ciudad, mi gente y sus calles.

Pero en verdad vaya que disfruto observar con detenimiento a la gente mientras camino a cualquier rumbo sin punto fijo; cuando por fin voy conectada con esta ciudad, en vez de andar en mi viaje lunar, es en esas ocasiones cuando descubro tanto sobre mi cultura, cuando descubro las grandes claves de la vida, jajajajajajajaja, creo que para comprender los grandes misterios de la vida solo tienes que poner atención. Y así fue como la semana pasada encontré al tipo con más suerte de este planeta, al tipo con el mejor trabajo del mundo, obvio, seguramente no gana nada y profesionalmente no le deje mucho, pero la oportunidad de quedarse sentado todo el día viendo películas en un viejo sillón, creo que no tiene precio.

Pues bien, ya estamos súper acostumbrados que con la economía como esta y el desempleo a su máximo, muchas personas optan por el comercio informal; un comercio que mantiene activa y viva esta ciudad haciendo que la economía circule ofreciendo a todos sus habitantes bienes materiales a precios muy convenientes, además esta economía permite que las clases socioeconómicas con menos poder adquisitivo adquiera ingresos extras, digan lo que digan los economistas sobre este tipo de comercios, yo creo que mantienen a un país activo y ocupado; de tal suerte que es muy común que cualquier persona venda cualquier cosa, desde comida casera hasta porque no, pertenencias viejas o exóticas mercancías de otros países.

Mientras caminaba por la tarde, una tarde tan bella, de esos días en los que el clima es templado, el sol en el horizonte se despide con un sutil beso en tu mejilla, cuando el aire te refresca fue que me di cuenta del chico que puso su toldo, saco su sillón viejo, puso su reproductor de DVD´s lleno de películas para ofrecer a los transeúntes, bien, en ese momento envidie tanto a aquel chico, ese que podía pasarse toda la tarde sentado en ese bello clima, esa apacible tarde, disfrutando de las películas que él quería ver, sin estrés, sin preocupaciones, solo ahí sentado viendo películas, sin tener que pensar o escuchar a los demás. En ese punto recordé cuando yo solía hacer eso, cuando era adolescente, y una gran nostalgia me invadió.

Si bien muy seguramente este trabajo es peligroso, no es bien remunerado, en ese momento pensé que la oportunidad de quedarme sentada todo el día viendo películas en un sillón viejo, simplemente no tiene comparación.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com

2 comentarios en "El mejor trabajo del mundo"

  • Muy bien escrito, Yes…
    Aparte, éso es lo incríble de las grandes ciudades, que tienen su propia identidad, dada por la gente más sencilla y sin pretensiones. Me hiciste extrañar a Guayaquil…

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