Vida y Estilo

El dinero da respeto

Aunque nos cueste aceptarlo el dinero da respeto y consolida la reputación de una persona, a menos claro está que seas narco, y aún en esos casos la posesión de esta bien económico hace la diferencia. Ya hablando en serio hay que entender que este mundo comercial, todo se refiere a una transacción, e incluso cuando no usas el dinero para comprar, también te da estatus y poder.

Ahora entiendo todas esas personas que se matan en el intento de conseguirlo; y es cuando comprendes la importancia del dinero en esta sociedad que puedes comprender por qué las personas reaccionan como lo hacen frente al dinero.

Mi papá siempre me lo dijo, el dinero es el factor necesario en la ecuación problemas, pero sin él no puedes funcionar. Y no es que mi papá o yo seamos comunistas o socialista, sino que realmente el dinero para nosotros nunca fue un factor que importará, pero el entendía bien que sin dinero nada funciona.

Cuando hablas de salud, cuando hablas de bienestar, comodidad, educación, cultura o lo que sea, hay algo que tienen en común todos esos aspectos de la vida y creo que ya adivinaron de qué hablo.

Pero bien, para mí el dinero nunca ha sido un motor de vida, cuando hago algo no lo hago en función de obtener dinero, que normalmente yo había acostumbrado a trabajar probono, es decir, si recibir nada a cambio, simplemente por el mero gusto de ayudar, de aportar mi granito de arena en esta sociedad. Creo que el dinero da seguridad, pero mi mayor felicidad no proviene de acumularlo, sino de las satisfacciones que obtengo cuando hago algo que me nace del corazón, cuando ayudo a alguien, cuando doy asesorías en proyectos no lucrativos o cuando me integro a nuevos proyectos que requieren recaudar fondos. Yo simplemente me adhiero a ellos para ofrecer mi conocimiento, mi experiencia y capacidades sin pensarlo, es por ello que casi toda mi vida, casi 30 años de mi existencia yo no tuve mucho dinero.

Para ¿qué?, ¿quién lo necesita?, mientras tenga salud y tiempo el dinero es lo demás, mientras tenga oportunidad de hacer aquellas cosas que me apasionan al diablo lo demás, el estatus, las comodidades y los lujos, no me hacen falta, nunca los tuve y no me siento menos persona si no los tengo. Así crecí toda mi vida, en una familia de clase media que luchaba para darle a sus hijos lo mejor, pero claro, con sus limitantes; mientras muchos se iban de vacaciones cada año, cada fin de semana salían, en mi casa las cosas eran diferentes y mis padres pasaban tiempo conmigo y mi hermano. Para compensar las horas que no tenían con nosotros porque estaban trabajando para conseguir eso que todos quieren: DINERO.

Las limitaciones me hicieron consciente de quien era, pero no me frustraron o traumaron, al contrario me hicieron una persona bastante decente y equilibrada que comprende y muy bien el valor de las cosas.

Así que mientras tuviera lo necesario para vivir, para comer, para vestir y para operar yo no necesitaba más. Pero ahora, cuando ya estoy en otra etapa de la vida, cuando comencé a trabajar intensamente, descubro que ese trabajo tiene una buena paga. Aclaro, no soy rica, pero ganar bien me ha dado otro rango y postura en mi casa; ahora extrañamente las personas, mis cercanos me miran diferente, como si algo en mi hubiera cambiado. Cuando lo único que cambio es que ahora cobro por casi todo lo que hago, que aclaro, no soy rica, para ello me falta todavía muchísimo, pero pase de no ganar nada en mis locos proyectos que me han dado una vasta experiencia a empezar a capitalizar todos y cada uno de mis conocimientos, un dinero que uso para pagar deudas, es lo malo de ser pobre, uno se endeuda y cuando empiezas realmente a ganar bien y a capitalizar tu tiempo en dinero, descubres que ya debes lo de hasta un año.

Pero aun así ahora todos me tienen respeto, sin importar que sea la misma, sin importar que no haya cambiado nada, yo en términos prácticos soy la misma persona, pero ahora todos los que están cerca de mí me admiran.

Supongo que para los demás el éxito se mide en ese valor, tan importante es que a partir de lo que tienes en la cartera las personas te empiezan a ver como una persona que inspira, alguien a quien imitar y emular siguiendo sus pasos. Lo curioso es que ganar bien no me hace diferente, no me hace digna de ser emulada, no me hace exitosa, según lo veo yo. Lo que debería hacer que todos me tengan respeto o estima es que soy feliz haciendo lo que hago, es ser quien soy.

Desgraciadamente el dinero da respeto, pero únicamente eso, si quieres ser sabio, feliz, contento o satisfecho con lo que haces, eso no depende de tu cartera, depende de ti.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com