El arte de contar ocurrencias: Germán Dehesa, Jairo Calixto Albarrán y “Yo”

No es que me este comparando con estos grandes de las letras irreverentes e irónicas, ni mucho menos pretendo demeritar el trabajo de todos aquellos que nos refugiamos en la prosa insolente.
Pero en verdad requiere mucho talento e ingenio contar narrar de forma graciosa y ocurrente las trivialidades más absurdas de la vida diaria, y opinar con un enfoque crítico, analítico pero sobre todo divertido el acontecer político y social del pueblo mexicano.

Y es que muchos me han comparado con el gran maestro Germán Dehesa ó el ocurrente Albarrán, y para mi no es más que un grato honor que mis letras recuerden a estos genios sin igual.
Que al igual que yo, simplemente procuramos con un enfoque sencillo y coloquial contarles a ustedes nuestras anécdotas diarias, ¿Para qué? ó ¿Cuál es el siniestro fin de esto? ninguno, solo el simple afán de entretenerlos, comunicarnos y expresar lo que se nos pasa por la cabeza.

Y es que a estas alturas, cualquiera puede decir estupideces y decirlas por cualquier medio de comunicación. Pero no cualquiera puede decir estupideces inteligentes con un sentido crítico e interesante, y sobre todo que resulte relevante o coherente. Requiere de muchos años de preparación; de ensayo y error para convertirse en experto de la “crónica urbana”.

Decir y expresarse de forma divertida y entretenida es algo que no todos pueden hacer. Para mi es todo un enorme merito y resultado de muchos años de “divagación” el poder decir “Estupideces inteligentes” bueno eso creo yo. Solo ustedes el ojo ejecutor pueden evaluar los resultados.

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