Lo que parecía ser únicamente, beneficio, a veces maldición de los freelance, eso de trabajar en casa, últimamente se está haciendo más común, y son cada vez más las empresas, en todos los sectores, que permiten a sus empleados hacer home office; el famoso trabajo en casa.
Entre cosas domésticas, utensilios de la casa, niños, perros, vecinos, los trastes, tirar la basura y todas las distracciones mundanas y triviales propias del hogar, ahora son cada vez más y más los profesionistas, asalariados o independientes, que se quedan en pijama todo el día para realizar sus labores de trabajo.
Suena maravilloso, ya sabes, evitar el tráfico, no gastar dinero en transporte público o en su defecto gasolina o estacionamientos, comer en casa rico y sano además, el hecho de no tener que lidiar con malos humores de otras personas, sobre todo los que te caen mal de la oficina, hace que sea muy tentador quedarse en casa trabajando y las empresas han visto que este tipo de modalidad de empleo les ahorra muchos costos, en teoría aumenta la productividad además de ofrecer ciertos beneficios a sus empleados, pero, ¿qué es mejor?, ¿acaso el futuro de los negocios es hacerlos en casa con juntas vía videollamadas?, o tal vez, solo tal vez, seguiremos siendo Godínez tras un escritorio de lunes a viernes.
Analicemos las diferencias de trabajar en casa y en una oficina
Trabajar en Casa
Estar en casa, puede ser factible, cuando no usas maquinaria especifica o costosa que sea parte de tu trabajo, y si diseñas, calculas, escribes o lo que sea que únicamente requiera una computadora o cosas de fácil acceso permite que una persona trabaje en casa, y si bien últimamente se exaltan los beneficios, como:
El empleado pasa tiempo con su familia
Es productivo porque organiza su trabajo por resultados
Es feliz, y por ser feliz hace las cosas de buen modo
No se desespera en el trafico
En fin, estas son algunas cosas que hacen que todos pidan a gritos a su jefe, bueno, no a gritos, los Godínez pueden ser muy respetuosos, pero si se puede plantear lo de trabajar en casa; sin embargo, y lo digo yo que toda la vida o ya se siente como toda una vida, he hecho home office, puedo decir que tiene sus dificultades, como:
Es difícil separar los tiempos de casa del trabajo
La familia, si te ve en tu hogar no considera o respeta tus tiempos o labores, y fácilmente puede pedir que participes en las tareas del hogar
Puede ser muy fácil distraerte
No interactúas con personas, terminas siendo como un sobreviviente en las películas de desastres diciendo “día 3, en casa quieren que tire la basura desconcentrándome del documento que tengo que entregar”
Ciertamente trabajar en casa tiene sus beneficios, pero también hay muchos contras.
Ahora, no todo es de rosas en el mundo laboral y tener que estar en una oficina también tiene sus bemoles.
Trabajar en una oficina
Todos son risas en la oficina, hasta que hay que salir a comer al restaurante carísimo de la esquina o te toca traer los lates de todos en la oficina, aunque también tiene su lado bueno:
Puedes interactuar con un equipo de trabajo que te permite hacer más fácilmente tus tareas
Si quieres crecer en tu empleo, solo puedes hacerlo en formato presencial para escalar puestos
Es un lugar diseñado para que te concentres únicamente en tus actividades
En teoría los tiempos de trabajo están bien definidos
Pero vamos, además de cosas bonitas esta lo difícil y es:
Las horas que pasas en el tránsito para llegar a tu empleo
Relacionarte de forma funcional con personas que no te agradan
Pasar hora tras hora en un mini cubilo puede ser muy desgastante emocionalmente
Si no hay un ambiente adecuado, puede ser muy difícil estar en una oficina
Creo que la moraleja, es que sin importar si es casa u oficina, desarrollar las tareas de un trabajo pueden ser complejo, y lo único que te salva de morir en la monotonía es disfrutar lo que haces.
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